Los Andes

Una Feria del Libro es un espacio de difusión de obras literarias y académicas, de interacción de los autores con sus lectores y de valoración crítica de los títulos considerados relevantes. Aunque el Perú carece de una política de promoción cultural, existen personas que activan, gestionan y organizan espacios culturales con mayor o menor acierto en diferentes ciudades del Perú. Y en algunos casos logran sensibilizar a las mismas instituciones del Estado.

La Feria del Libro “Efraín Miranda� fue el resultado de una feliz conjunción de personas e instituciones que visibilizó el incremento del hábito de lectura de los puneños, para la sorpresa de editores y libreros. Promovieron esta primera Feria del Libro, Boris Espezúa (Premio Copé) y Elard Serruto (editor), con el respaldo del Ministerio de Cultura, Municipalidad Provincial de Puno y Universidad Nacional del Altiplano. La actividad se realizó con éxito, del 08 al 14 de julio, en la plaza Parque Pino de la ciudad de Puno.

Esta confluencia de voluntades que imprimió un carácter institucional a la feria, trajo varias satisfacciones tanto para los organizadores como para los asistentes. La plaza Parque Pino resultó un lugar apropiado para una actividad con estas características. La venta de libros superó largamente la expectativa de los editores, libreros y autores que llegaron a la ciudad. Los organizadores tuvieron el acierto de priorizar en la programación la participación de los escritores y académicos nacidos en la región, a diferencia de otras ferias que discriminan a sus escritores locales por prejuicios mercantilistas.

La denominación es otro aspecto resaltable: los organizadores la compusieron en función de los objetivos establecidos como posicionar la producción literario-académica puneña, facilitar a la población el acceso a las diversas publicaciones literario-culturales nacionales e internacionales y romper los latentes prejuicios respecto al hábito de lectura de lo puneño que, a pesar de los obstáculo lingüístico- cognitivos que el sistema educativo no resuelve, mejora año tras año.

Asimismo, en esta Feria del Libro, se ha comprendido mejor la necesidad de articular una institucionalidad básica que promueva las futuras ferias con mayor eficacia y logística. En este marco, el trabajo en equipo y compromiso interinstitucional son variables que deben expandirse hasta incorporar a todas las instituciones educativas de nivel superior que, en esta oportunidad, han brillado por su ausencia.

La asistencia del público a las actividades programadas es otro aspecto que debe contemplarse. Los asientos del cine municipal albergaban un número de asistentes que superaron largamente las estimaciones iniciales y se comparó favorablemente con otras ferias del libro. Incluso algunas presentaciones motivaron una asistencia masiva, debates intensos y merecidos reconocimientos de los protagonistas.

Desde luego, no faltaron las tertulias que beneficiaron económicamente a las cafeterías vecinas al Parque Pino. En ellas se compartieron las experiencias creativas, se intercambiaron los puntos de vista literario-académicos y se reflexionaron sobre las perspectivas de la cultura puneña en el contexto nacional. Ciertamente no se dejó de lado las observaciones a las nuestras instituciones públicas que todavía no asumían un compromiso con la ciencia y la cultura en general.

Tampoco se puede omitir el rol de algunos medios de comunicación que brindaron sus micros y pantallas para la propaganda gratuita de la feria, la entrevista de los escritores y reconocimiento público a los Premio Copé que motivan mayor creación literario-artística y trascendencia cultural de la región de Puno en el contexto nacional.