Friday 29.03.2024 | Actualizado 11:08 (hace 1963 días)
La antorcha olímpica que iluminará los Juegos de Río de Janeiro 2016 aterrizó en Brasilia, la capital soñada por el arquitecto Oscar Niemeyer, pero su llama quedó ensombrecida por la crisis política que atormenta al país.
El símbolo olímpico llegó a suelo brasileño a primera hora de la mañana, dispuesto a sumergir a Brasil en el clima deportivo, pero la política se coló en el trayecto de la antorcha por la joven ciudad brasileña, inaugurada hace 56 años.
Al grito de "No pasarán" y "No va a haber golpe", mezclado entre cientos de personas, un grupo acompañó la llama por la Explanada de los Ministerios, una amplia avenida que reúne los principales edificios del poder público brasileño, incluido el Senado.
En ese edificio, diseñado por el maestro brasileño de las curvas, los legisladores debaten si existen méritos jurídicos para la apertura de un juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff, quien ayer fue la encargada de encender la antorcha con la llama olímpica que llegó procedente de Ginebra (Suiza).
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