Análisis de la política regional: Tres tristes “tigres”


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Escribe: Raúl Humberto Rodríguez Chalco | Nacional - 28 Jul 2014

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Estamos en plenas Fiestas Patrias. Algunos dicen que son tiempos para celebrar, para eso está la bonificación de julio, se puede viajar, pasear, turistear… pero nada que ver con el discurso del presidente que siempre dice lo mismo, es decir, mentira tras mentira. Otros, por el contrario, consideran que son tiempos para reflexionar, no sólo de lo que pasa en el país en su conjunto, sino de lo que pasa en la región Puno. Nos apuntamos en el grupo de los “otros”, aunque no dejaremos de celebrar como “algunos”

PROBLEMA 1. Hace ya unos cuantos años atrás, al entonces alcalde de la provincia de Carabaya, Michel Portier Balland, se le preguntó sobre el avance en el cultivo de la hoja de coca en la parte de selva de la provincia que gobernaba. Después de divagar una y otra vez, el hoy candidato al mismo cargo en las filas de AQUÍ, evadió la pregunta, muestra de que no es necesario responder frontalmente una pregunta para aceptar que sí, en el transcurso de sus años como alcalde provincial, las hectáreas sembradas con hoja de coca habían aumentado sustancialmente. En la evasión a la pregunta se evidenció otra respuesta: no quería enfrentarse a los agricultores que habían cambiado sus cultivos por el de la hoja de coca.

En paralelo y no hace no muchos años atrás, los operativos policiales en su lucha contra la droga, consistían en perseguir a quienes se dedicaban a transportar fardos de hoja de coca hacia lugares en donde, se sospechaba, se elaboraba pasta básica de cocaína. En esos tiempos, los operativos se concentraban en los accesos a la península de Cachipucara, donde había más que evidencias de que no poca gente se dedicaba a la elaboración de la droga. Otras veces, los operativos se concentraban en algún tramo de la carretera que une a Puno con Cusco, desde donde provenían los fardos de hoja de coca, específicamente, de la provincia de La Convención.

Hoy, los operativos policiales contra la droga tienen otros resultados. Las informaciones que se hacen públicas hablan de la captura ya no de fardos de hoja de coca, sino de “ladrillos” de pasta básica de cocaína y/o cocaína, la que es elaborada en nuestras provincias de la selva: Sandia y Carabaya; las noticias nos informan de la captura de personas, jóvenes, adultos y hasta ancianos, con mucho dinero adherido a sus cuerpos o escondido en sus equipajes. La policía dice que es dinero del narcotráfico y que es enviada fuera de la región para ser blanqueada, es decir, invertirla en algún negocio formal.

Hoy, se ha comprobado que en nuestra selva puneña el cultivo de la coca ha ido ocupando, incesantemente, gran parte de las áreas de cultivo, pero no solo eso, además, se ha comprobado que, junto al cultivo de la hoja de coca, hay innumerables pozas de maceración en donde se procesa la droga. Es más, si antes era sumamente raro ver volar a una avioneta en nuestra selva puneña, ahora no, por el contrario, se han construido varias pistas de aterrizaje clandestinas en donde las avionetas aterrizan, cargan la droga y levantan vuelo en el menor tiempo posible. Ya no son pocas las noticias que aparecen en los medios de comunicación que hablan de esta nueva realidad.

Antes, darse una vuelta por la zona de selva de nuestra región era, hasta cierto punto, peligroso, si es que no se sabía cómo moverse en la selva, cómo orientarse y cómo sobrevivir en las condiciones tan severas de la zona. Sin embargo, si uno se encontraba con alguien, era ayudado a orientarse, se le decía dónde hay algún caserío o un lugar para descansar. Hoy, las cosas han cambiado completamente, quien quiera entrar a la selva y pregunta algo, “nadie sabe nada”, típica forma de actuar del narcotráfico. Y lo peor, se afirma que, hasta hay un grupo de gente que anda armada garantizando así a los agricultores para que cultiven la coca, es decir, exactamente lo mismo que sucede en el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro, VRAEM.

PROBLEMA 2.

Alan García Pérez, en su primer gobierno (1985-1990) en una de sus primeras vistas a Puno, dijo, de buena gana, que “el poto más rico del Perú estaba en Puno”, refiriéndose a las minas de San Antonio de Poto, ubicadas en la hoy provincia de San Antonio de Putina, haciendo alusión al lugar que conocemos como La Rinconada. Lo que nunca imaginó es que, dejando la cosa sólo en que en la zona había mucho oro y no emprendiendo ninguna medida para iniciar su explotación formal, provocaría una verdadera avalancha de gente que se sumó a unos cuantos intrépidos que buscaban oro en esos lugares, quienes se ubicaron en las alturas de La Rinconada y comenzaron a buscarlo hasta que lo encontraron. Para sacarlo, tuvieron que encontrar una veta y para ello abrieron túneles en un cerro cubierto de nieve y, poco a poco, con el paso de los años, alrededor de 30 mil personas viven en aquel lugar. Con el mismo paso de los años, además de familiares cercanos, llegaron comerciantes de todo tipo, incluyendo, claro está, de trago y de tráfico de personas, de prostitutas, muchas de las cuales son niñas, adolescentes y mujeres llevadas hasta allí con engaños, diciéndoles que “van a cocinar”, pero, luego, las obligan a prostituirse.

Otros, también afiebrados por el dinero fácil, recorrieron el Río Inambari y encontraron oro, ese que se le conoce como aluvial y en donde el agua es muy importante para su explotación. Pero sucedió algo muy malo para el medio ambiente, de la tradicional manera de separar el oro de la grava, arena o tierra, a través del movimiento constante en una batea o mortero, se pasó a otra forma con el fin acelerar la producción y comenzó a utilizarse el mercurio y/o cianuro. Los residuos contaminados con estos peligrosos compuestos químicos se echaban a la corriente del río o se acumulaban en pozas sin protección para evitar que se filtren a las corrientes subterráneas de agua.

Así, tanto el río Inambari, que va a la cuenca del Atlántico, como el Suches y el Ramis, que desembocan en el Lago Titicaca, hoy están completamente contaminados. Si preguntamos qué cantidad de gente está dedicada a esta actividad, la respuesta es alrededor de 20 mil personas. Sumando La Rinconada con el Inambari, el Ramis y el Suches, más de 50 mil personas se dedican a la actividad minera informal, ilegal, esa que contamina nuestros ríos y ha llegado al Lago Sagrado, el Titicaca.

Así y desde no hace poco tiempo, es fácil ver a agricultores que abandonan sus parcelas y se van a la mina. Después de unos meses, regresan con moto, camioneta doble cabina y construyen sus casas, casi de la noche para la mañana. Vemos a jóvenes que abandonan sus estudios y se van a la mina y, después de unos meses, regresan con celular último modelo, camioneta cuatro por cuatro del año y despilfarran su dinero en juergas, discotecas y mujeres de mal vivir. Los medios de comunicación informan que niñas, adolescentes y mujeres jóvenes han desaparecido y, luego de una intensa búsqueda, las encuentran en las minas, esclavizadas.

Muchos se han hecho de un importante capital a costa de trabajar duro y parejo, pero, ¡sin pagar impuestos!, otros tantos no solo tienen un buen capital, se han hecho millonarios ¡sin pagar impuestos! Y hay quienes, incluso, con el dinero ganado ¡sin pagar impuestos! han llegado al congreso. Allí está el aprista Tomás Cenzano, que tiene varios denuncios en diversas partes donde hay oro, también Francisco Ccama Layme, del fujimontesinismo, quien hizo su fortuna trabajando en la minería ilegal ¡sin pagar impuestos!

A ellos, ahora se suma Alexander Flores, quien ha hecho su dinero en la minería ilegal ¡sin pagar impuestos! y quien pretende la presidencia del Gobierno Regional de Puno. Para nadie es un secreto sus relaciones con Tomás Cenzano, quien renunció a la candidatura aprista, pero poniendo a un aprista en la lista de Poder Andino, propiedad de Alexander Flores. El dinero ganado ¡sin pagar impuestos! paga ahora a los candidatos rivales para que se pasen a su lista, sino, pregunten a la gente de RAICES, quienes tuvieron que renunciar a las elecciones porque más de la mitad de sus candidatos fueron comprados por Poder Andino, también pueden preguntar a la gente de AQUÍ las razones de por qué no pueden presentar candidatos en cuatro de las trece provincias.

PROBLEMA 3.

El día que por las carreteras de Moho, Huancané y Juliaca pasa “la culebra”, la policía no sale a patrullar. Ese día, la larga fila de camiones repletos de mercadería de contrabando, ¡esa que no paga impuestos! recorre los territorios de las tres provincias sin mayores dificultades. Delante de los camiones van dos o tres camionetas doble tracción con gente armada con celulares satelitales, con fusiles y ametralladoras de largo alcance, más modernos que los que tienen la policía. De vez en cuando, la prensa informa que se ha capturado uno o dos camiones de “la culebra”, pero decenas de ellos han seguido su camino y llegado a su destino.

Se dice que la mercadería de contrabando, ¡esa que no paga impuestos! llega a Juliaca, eso nadie lo discute, pero hay varias preguntas: ¿cuánta de esa mercadería se queda en Juliaca?, ¿Cuánta de esa mercadería sigue hacia Arequipa?, ¿Cuánta de esa mercadería sigue hasta Lima?, ¿Qué pasa con los controles en las carreteras que los llevan a esas ciudades?, ¿A qué se debe que en esas carreteras no se capture a ninguno de los camiones llenos de mercadería de contrabando?

Sí pues, estamos frente a tres problemas grandes y gordos, ante tres formas de trabajar ¡sin pagar impuestos! Tres formas de hacerse de dinero fácil ¡sin pagar impuestos! Tres formas de corromper a la población en su conjunto, particularmente a los jóvenes y ¡sin pagar impuestos!

En nuestro Perú, entre quienes están en capacidad de trabajar, apenas veinticuatro de cada cien personas tienen un empleo pleno, es decir, el sueldo o salario se paga en planilla, con seguridad social y sistema de pensiones, sea estatal o privada. En Puno, nuestra región, no más de diez de cada cien pobladores goza de un empleo pleno, los demás, noventa de cada cien, se las tiene que buscar como pueda y, claro, una de las salidas es el contrabando, la minería ilegal y contaminante o el cultivo de la hoja de coca que termina en la producción de droga.

LOS TRES TRISTES “TIGRES”

Cuando fueron candidatos, cual verdaderos “tigres” de la política, David Jiménez Sardón, Hernán Fuentes Guzmán, y Mauricio Rodríguez Rodríguez, nos pintaron, cada uno en su momento, un cuadro del futuro cercano hermoso: habría trabajo, se harían obras que se necesitan para el progreso de la región, hablaron de quechuas y aymaras unidos, dijeron que nuestra región sería autónoma, prometieron ser honestos y productivos, llenaron sus programas de gobierno con el cuento del buen vivir… y ninguno de ellos, habló, reflexionó y propuso alguna alternativa para enfrentar estos tres problemas graves que tiene la región Puno.

Bueno es hora de preguntarnos por lo que han hecho los tres y sucesivos gobiernos regionales de Puno para enfrentar a estos tres graves problemas que crecen día a día, hora a hora, minuto a minuto… David Jiménez Sardón (2002-2006), Hernán Fuentes Guzmán (2007-2010) y Mauricio Rodríguez Rodríguez (2011-2014) y la respuesta es ¡¡¡NADA!!!, sin olvidar que, entre los gobiernos de estos tres tristes “tigres” han pasado ya ¡¡¡doce años!!!... en vez de ir hacia adelante en estos tres graves problemas, los “tigres” se convirtieron en “cangrejos”, pues hemos ido para atrás.

Ahora que ya empezó la campaña para los municipios provinciales y distritales y para el Gobierno Regional, todas las organizaciones que han solicitado su inscripción, lo han hecho acompañando un resumen de sus propuestas, de sus planes de gobierno y ¡oh sorpresa! ningún plan o propuesta toca, ni de refilón, estos tres graves problemas, ¿es que estamos ante candidatos de la misma catadura que los tres tristes tigres arriba recordados?

(*) Sociólogo y Periodista

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