Los Andes

Siempre deseando sexo, a la búsqueda de nuevas experiencias, cerca al límite de ser unas zorras sin nunca serlo, y a la vez, no perder el sabor maternal; ese molde es el impuesto para la mujer, hoy en día.

Basta ver un poco de televisión, observar a las mujeres que aparecen y notar que algo anda muy mal en un época que se proclama como la de la liberación sexual femenina. Esto y otras formas en las que se esconde la tiranía masculina, en la actualidad han llamado la atención de la exactriz porno feminista, realizadora y periodista, llamada simplemente “Ovidie�.

Ella juntó a un grupo de especialistas para hablar sobre los rasgos de la sexualidad en el siglo XXI y produjo un documental que ya está levantando polvo en Francia, titulada: “A quoi rêvent les jeunes filles?�, en la que lanza agudas observaciones sobre el tema.

Curiosamente, al ser presentada como “exactriz porno� para promocionar sus producciones, Ovidie se hace un síntoma de la nueva forma de opresión a la mujer, pues, ¿necesita ser una actriz porno como Shasha Grey, o llamarse a sí misma “calata culta� para escribir o producir material audiovisual interesante?

Dejando esta cuestión a un lado, la productora no se anda con rodeos y, en su nueva producción, sentencia: “En última instancia, esta generación no es ni más libre ni está más alienada que las que las precedieron�.

Entre varios aspectos del problema, el documental se basa en la idea de que en estas últimas décadas trajeron consigo la libertad sexual, el auge del feminismo y la masiva distribución de pornografía vía web; pero también la hipersexualización de la sociedad, la cultura de la imagen y una sociedad que exige a las mujeres que disfruten de su sexualidad, pero limitada por la imagen de “zorra� que se endilga a la mujer promiscua. Como es bien sabido, no existe calificativo parecido al hombre promiscuo, pero eso es otro tema.

Esta paradoja ha traído consigo lo que una de las participantes del documental, la periodista Clarence Edgad, describió como la transformación de la antigua represión sexual a la actitud. “Ser sexualmente liberada cuando una es joven�, pero no exagerar porque “el fantasma de la zorra está a la vuelta de la esquina�.

El aspecto más sórdido tocado por la autora es la sumisión sexual, que ha reemplazado a la sumisión laboral. La felación (sexo oral), por ejemplo, es un símbolo de sumisión que muchas jóvenes se ven obligadas a practicar.

La felación es el elemento infaltable de una película pornográfica. Estas producciones están hechas para satisfacer el gusto masculino y las mujeres “liberadas� muchas veces toman referencias del comportamiento de las actrices porno, lo cual es una contradicción enorme. De ahí la pregunta: ¿Qué es la mujer en el acto sexual? ¿Es un ser al cual amar o la puta de la pareja?

El documental, por supuesto, toca al cine pornográfico. Ovidie, con cierta autoridad, la define como “el mayor enemigo de la libertad sexual�. “Tener una rajita suave y seca� es la definición que encaja en lo que es para una mujer ser presentable, lamenta.