Saturday 20.04.2024 | Actualizado 11:08 (hace 1985 días)
Una multitud que se calcula muy superior a las 3 millones de personas, tomó las calles de todo Brasil y exigió la destitución de la presidenta Dilma Rousseff, que cada día parece más acorralada por una creciente crisis política y económica.
En la mayor protesta desde que eclosionó la crisis en el 2015, millones de brasileños expresaron su irritación en más de 400 ciudades, apoyados por partidos de la oposición.
La magnitud de las marchas es un dato sensible para Dilma Rousseff, que enfrenta un pedido de juicio político que podría terminar anticipadamente su mandato previsto hasta el 2018, y también para quienes buscan combustible para ese proceso que está en ciernes en el Congreso.
"Estamos en la calle porque no aguantamos más este gobierno. Señores diputados, señores senadores, exigimos el impeachment de Dilma", dijo Rodrigo Chequer, líder del grupo Vem Pra Rua, uno de los organizadores de la manifestación, desde lo alto de un camión.
La policía militar de Sao Paulo estimó que 1,4 millones de personas caminaron por la céntrica Avenida Paulista, muy por encima de las 500 mil calculadas por la encuestadora Datafolha. El portal G1 acumuló el total nacional en 3 millones sin contar la gigantesca procesión en Río de Janeiro, donde no se realizan estimaciones.
Sao Paulo, la capital económica e industrial de Brasil, ha sido el corazón de las protestas contra el gobierno y fue allí donde se mostraron líderes opositores como el senador Aecio Neves, derrotado por Rousseff en las últimas elecciones. Neves publicó en Twitter que los ciudadanos están "unidos en la búsqueda del fin de este gobierno".
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