Los Andes

En mi condición de periodista activo y por muchos años animador de diferentes actividades vinculadas a la promoción cultural y a la acción política, considero pertinente opinar sobre la exacerbada y excitada coyuntura política que padece Puno donde, por obra de dirigencias manipuladoras crecen protestas injustificadas en varias ciudades de la región Puno y en especial en nuestra ciudad lacustre. Todo ello atenta al normal desenvolvimiento institucional entorpeciendo la labor que deben concretar los sectores públicos para provecho de la población
Me refiero específicamente a las actuales protestas y huelgas con amenazas perentorias que solicitan delirantes destituciones que están activadas y organizadas por un segmento de trabajadores de la Dirección Regional de Salud, DIRESA Puno que no buscan solución a los problemas de la Salud Pública, sino que pretenden imponer caprichos para generar caos y desgobierno y así pescar a río revuelto. Su objetivo es continuar manejando los destinos del sector Salud desde las sombras, como lo hacen desde hace años. Las dirigencias actuales no pretenden encontrar soluciones a la problemática sanitaria sino que ambicionan cambiar autoridades mediante perversos juegos de ruleta soltando dados marcados para remover y remover autoridades como lo han hecho durante años. ¿El objetivo? Ser ellos los que proponen, ponen y disponen.
No olvidemos que por esas perversidades en el año 2014, la DIRESA tuvo 4 directores regionales que nada efectivo lograron hacer porque no tuvieron tiempo ni siquiera para entender la problemática sanitaria de la región. Y así, esas maniobras han convertido al sector Salud junto al de Educación en los más inestables de Puno lo que redunda en perjuicio de la población, en demérito de la función. A nivel nacional Puno se ubica en varios espacios con indicadores regresivos y no progresivos. ¿Quién se perjudica? ¡La población pobre y necesitada de atención!
Crece la anemia, la desnutrición crónica infantil aumenta, se agudizan los brotes de rabia canina y hay casos de rabia humana, los indicadores sanitarios muestran su precariedad de logros y…en ese escenario…los trabajadores de Salud, por obra de malintencionados dirigentes, distraen la eficiencia y se desorientan sin aplicar efectivas intervenciones de gestión para el desarrollo sanitario. ¿Por qué no se acepta a funcionarios honrados dispuestos a resolver problemas y enfrentar retos? ¿Para que ingrese el amigo que facilitará las coimas y las irregularidades?
Ahora ante la presencia favorable de uno de los pocos médicos con experiencia en Salud Pública que existen en el país, como es el médico epidemiólogo Percy Miranda Paz que sabe de administración, conoce de ejecución presupuestal y maneja con solvencia técnica planes y programas, debido a que se formó en la experiencia directa y el conocimiento cotidiano de la realidad humana y económica de nuestra región, tanto de las zonas quechuas como en las aimaras desde la década de los años 80 cuando realizó su SECIGRA en Juli. A él se le quiere remover. La razón no es otra que la sinrazón y el cubileteo inspirado en cálculos políticos de circunstancias.
La opinión pública, la ciudadanía de Puno debe saber que a los grupos protestantes no les interesa que se resuelvan los problemas sanitarios sino que estos crezcan para que su predominio dirigencial se valorice más en el desorden y el desconcierto. Para ello hay que envenenar la realidad propiciando la ingobernabilidad que altera el trabajo, en muchos casos, es cierto, burocratizado de la gestión Pública, pero trabajo irremplazable al que se debe dotar de eficiencia y eficacia. Y ese cometido está en capacidad de concretar la actual gestión. Pensar lo contrario es irresponsable porque se actúa con la motivación de mover fichas en juegos distractivos y destructivos que solo traerán resultados malvados que agravarán las condiciones de vida de la gente que exige no descuidar la atención de salud que diariamente hay que suministrar a significativos segmentos poblacionales.
Solicito cordura a los dirigentes sindicales, calidad y firmeza a las autoridades para que no se dejen apantallar por deformidades peticionarias. Evitemos que Puno esté contra Puno y que esa sentencia cruel de que el puneño es enemigo de otro puneño y hace todo lo posible o imposible por hundir al que irradia luz propia se concrete. No más maldiciones ni perdiciones. Y hay puneños que sin haber nacido en Puno son más puneños que otros que viendo la luz en el solar altiplánico se van luego de haber boicoteado varias oportunidades de desarrollo.