Los Andes

La abrupta reacción del presidente de la Corte Superior de Justicia de Puno contra la Juez Eliana Mamani Arias, despojándola del cargo porque supuestamente no tiene su confianza, pone en tela de juicio la estabilidad de éstos magistrados porque la Idoneidad e Independencia en sus actos, aseguran la calidad del juez para asumir decisiones.

Pero ésta actitud artera y contra la ética del magistrado y del propio colega, al parecer ladea los veredictos emitidos por los magistrados provisionales, peor aún si a su jefe no le es compatible. Con el añadido que en cualquier momento éstos letrados pueden ver perjudicado su estabilidad laboral.

Claro está que bajo el imperio de la ley, la magistrada se puso al frente de una turba para explicar su decisión, que dicho sea de paso al parecer ya tenía conocimiento el OCMA, pero el raciocinio imparcial indujo a la turba a presionar hasta el descontrol, pero la reacción del presidente de la corte superior al destituir a la magistrada linda con el abuso de autoridad y el desamparo institucional, porque la ley no prohíbe que un magistrado pueda dilucidar actuados con la población, también el magistrado cualquiera sea el rango o cargo, tiene autonomía en sus decisiones, lejos de ser enfático en denunciar a los revoltosos, éste personaje al parecer trata de guardar las buenas relaciones con los transgresores de la ley.

Una respuesta coherente y en defensa de la institucionalidad del Poder Judicial, hubiera sido el de separar del cargo a la Juez, aperturar un proceso administrativo sumario y luego recién quitar la “confianza�, pero no dar el mensaje de que cualquier acto que “no me gusta de usted señor juez supernumerario, ya sabes inmediatamente te pongo de patitas en la calle porque perdiste mi “confianza��. Entonces el juez supernumerario estará presto a recibir órdenes al mismo estilo implantado por la nefasta década fujimontesinista, donde las decisiones de los magistrados estaban direccionados a un objetivo y los que osaban salirse del marco, simplemente eran cesados del cargo.

No conocemos hasta la fecha si el presidente de la corte ya ordenó denunciar a los ronderos responsables de la vejación al magistrado, personalizado en la abogada Eliana Mamani Arias, también desconocemos comunicado alguno del Ilustre colegio de Abogados de Puno y menos del Directivo Nacional de Jueces Supernumerarios, pero sería bueno que de una vez por todas invoquemos a resguardar el principio de autoridad, que el Estado de derecho sea validado y que la constitución prime sobre cualquier apetito o interés, no por esta actitud (magistrada vejada) se agrava y mella el principio de autoridad, seríamos ilusos en pensar de esa forma, pero los letrados que a diario discurren por los pasillos del Poder Judicial se sorprenden por los veredictos de los magistrados, es ahí donde empieza el principio de autoridad, si desde la nomenclatura de Juez Supernumerario se agrede al ínclito juzgador (excedente respecto del número señalado o establecido y funcionario de una oficina pública que no aparece en la planilla) que ejerce función jurisdiccional de manera temporal en las plazas donde no existe un juez provisional o titular, entonces éste profesional en leyes cubre las necesidades propias del poder judicial y debería tener un tratamiento a la altura de ésta designación.