Los Andes

A un año del proceso electoral presidencial, el actual mandatario nacional parece que estaría cubriendo todos sus frentes para afrontar la campaña electoral de su mujer, la misma que durante los últimos cuatro años opacó paulatinamente la figura del presidente de la república, que el pueblo entronizara en las pasadas elecciones presidenciales. Pero con las últimas movidas en el ejecutivo donde gente allegada exclusivamente a la mujer del presidente Ollanta Humala está copando los más altos cargos del poder y que inclusive familiares de ésta mujer llegaron a los máximos cargos del ejecutivo nacional.

La razón de que el ollantismo por el momento parece que estaría dividido es porque el cargo de presidente del Poder Legislativo fue propuesto por la mujer presidencial, la mismo que no tiene mayores aportes a la democracia en general, pero que por decisión política de la pseudo secretaria general del ollantismo, ahora impone nombres para cargos de trascendental importancia de la vida democrática nacional, lo que estaría conllevando a la inminente reelección conyugal (término acuñado por el expresidente de la república Alan García Pérez, al referirse a las constantes intromisiones en el ejecutivo de la mujer del presidente Ollanta, con claros objetivos de acaparar el poder y sobre todo estar haciendo ya proselitismo electoral a espaldas del aparato estatal).

Si todas las conversaciones van sobre ruedas, entonces el próximo presidente del Congreso de la república sería una mujer, la misma que es tildada como la íntima de Nadine Heredia, con lo que se podría colegir que existe un afán de lograr una auténtica interpretación congresal para dar lugar a la postulación de la actual mujer del presidente peruano, el mismo que se lograría al dialogar (término utilizado en este caso a las vendimias y compras de conciencia a los legisladores que se opongan o de oposición a fin de que refuercen la tesis de que la esposa del presidente no tiene impedimento legal para asumir una posible postulación al sillón presidencial, al mismo estilo de la actual mandatario de Argentina) con los grupos que por ahora piensan diferente a las órdenes impartidas por los propietarios del ollantismo.

Mientras es común escuchar debates y discusiones con respecto a algunos apetitos personales, el grupo opositor en el Congreso (ala radical del fujimorismo y el aprismo) estarían viendo la posibilidad de concentrar más votos con la jugada magistral del enroque (un grupo no determinado aún de partidarios del actual presidente de la nación no están de acuerdo con la imposición de una congresista para que asuma el mando en el poder legislativo) y si todo va viento en popa, el ejecutivo perdería el control del congreso y esa posibilidad no es bien visto por ejecutivo nacional, quienes aperturan nuevos abanicos de posibilidades para congraciarse con sus militantes ollanteros y reagruparlos en torno al sostenimiento del poder, en estos momentos donde existe un reflujo negativo de la economía nacional.