Los Andes

El cambio climático es un tema relevante, este fenómeno pasa desapercibido para propios y extraños, tanto de funcionarios públicos, académicos, medios de comunicación, proyectos y otros. En esta cadena de actores existe un mutis clamoroso de muchas personas que solo nos llenamos la boca en el discurso anodino, fútil y pasajero.

El fenómeno del cambio climático ya no es una moda académica, o parte del discurso de políticos o demagogos, sino una imperiosa necesidad de integrarlas al proceso de desarrollo socioeconómico, que considere las variables de este fenómeno al momento de establecer políticas como decisiones de inversión.

El cambio climático, no solo trae impactos negativos a las poblaciones más vulnerables, sino oportunidades para establecer nuevas tecnologías, nuevos bienes y mercados, entre otros que facilitarán la adaptación al cambio climático y por ende incentivarán las inversiones públicas y/o privadas que dinamizarán la economía.

Veamos objetivamente, en el Presupuesto Regional de Puno no existe un solo sol para la adaptación y mitigación del cambio climático específicamente y se escucha inversiones para más cemento; de la misma manera los municipios provinciales ni distritales consideran en sus presupuestos e inversiones para este rubro.

En el campo académico seguimos en la nebulosa espacial de gastar sin ton ni son, es inexistente, ni se fomenta la estrategia del seguimiento de este fenómeno en nuestra región. Estaba anteriormente PRONAMACHCS ahora AGRORURAL, con otro contenido de asistencia al campo, olvidando atender este tema con mayor prioridad y consistencia.

Existe una variada normatividad, de las cuales no aprovechamos ni el 1 %, no existe la voluntad de nuestras autoridades que vean este tema con mayor preocupación, somos indolentes para acometer esta tarea tan trascendental para la conservación de nuestra biodiversidad y protección de nuestros ecosistemas para las nuevas generaciones.

Basta de discursos, opiniones trasnochadas fruto de egos, solo miramos el presente, de desubicados que distraen y ponen en la agenda situaciones no menos importantes. El buen vivir no es una frase, debe ser realidad sostenible para los que habitamos y habitarán en el futuro.

Otras regiones como Piura y Cusco, desde el año 2008, propugnan implementar sus estrategias de mitigación y adaptación al cambio climático, no sólo impuesta en un Plan, sino con presupuestos.

Esperamos poder encaminar nuestras opiniones sin olvidar que tenemos que afrontar este fenómeno que está a la vuelta de la esquina. Autoridades, instituciones académicas, organizaciones privadas y la población, tenemos el deber de cuidar el medio ambiente. Es substancial incluir este nuevo paradigma en las políticas de la administración pública y privada.