Los Andes

Al parecer por la desidia o apatía de la entidad rectora de la custodia de bienes lacustres y similares, que constitucionalmente está bajo directa relación con la Gloriosa Marina de Guerra del Perú, en las orillas de la ciudad lacustre se puede observar a personas inescrupulosas que ya sentaron sus propiedades en las zonas donde no existe espejo de agua (terreno por debajo del malecón eco turístico) quienes inclusive ya demarcaron sus “propiedades� y evitan el paso de los ocasionales puneños o turistas que pretenden acercarse los más posible al espejo de agua, lanzando inclusive objetos contundentes, por lo que la Ley que ampara el bien público queda soslayado, donde refiere que se entiende por playa la extensión de tierra que las olas bañan y desocupan alternativamente hasta donde llegan las más altas mareas o sus similares, siendo el ente normativo principal la Autoridad Nacional del agua y su ente de custodia la Marina de Guerra.

Existe la ley, están las autoridades que laboran con presupuesto del Estado, pero que no realizan su labor de protección de los derechos que asiste a la nación y sujetos inescrupulosos, seguramente por alguna maniobra leguleya, distracción en los entes jurisdiccionales u otro similar, obtendrán la titularidad de la propiedad y una vez más serán los cándidos personajes los que salgan ganando en desmedro de los intereses comunes y lógicamente como reza el dicho “el Estado nunca gana�, por ello es menester llamar la atención de los responsables de custodiar el territorio nacional, para que de inmediato expulsen a los invasores de las tierras eventualmente dejados por el espejo de agua y que esa propiedad no sea explotado (ya están haciendo la rotura de la tierra, para posteriormente sembrar con cultivos de pan llevar y esa es la primera forma de invocar un derecho posesorio, que en buenas cuentas es invasión) de manera continua por parte de estas personas inescrupulosas.

Al respecto, no existe una posición clara y coherente con respecto a la explotación adecuada para fines turísticos de las orillas del Titicaca, porque en primera instancia la Ciudad Lacustre de Puno por el momento está evacuando sus aguas negras o servidas directamente a la bahía del Titicaca, hecho que es por demás repugnante; porque es un atentado contra la ecología y el medio ambiente, teniendo una entidad que debería trabajar para brindar un servicio eficiente y eficaz con respecto al saneamiento del agua potable, que dicho sea paso solamente es la caja chica y el lugar de la empleocracia más ignominiosa para la localidad puneña.