Los Andes

Como si hubiera un halo de maldad o acciones negativas adrede contra la construcción del Hospital Materno de la Ciudad de Juliaca, la administración regional hizo bien en rescindir el contrato por la causal de incumplimiento de plazos “a) Acumulación de la penalidad máxima, por haber acumulado en monto máximo de la penalidad por mora; b) Incumplimiento injustificado de obligaciones contractuales, ya que el contratista no cumplió con entregar los bienes ofertados, tal como se encuentra descrita en el contrato� de la Ley de Contrataciones del Estado. En este entender se abren nuevas formas de solución del conflicto suscitado entre el consorcio que ganó la buena pro y la entidad regional, siendo éste proyecto un anhelo de la población calcetera.

Tomada la decisión, la entidad o el contratista tiene derecho a buscar alternativas de solución del conflicto de intereses, siendo lo más probable la conciliación como próximo paso (dependiendo además de las cláusulas contractuales que desconocemos sus términos) pero en todo caso se tendrá que aplicar las penalidad pertinentes, porque en este aspecto el Estado no puede negociar, porque las penalidades se imponen a los incumplimientos, más si podrán negociarse los términos en controversia del contrato en sí.

La pasada gestión liderada por Mauricio Rodríguez estuvo muy interesada en que esta obra comience y posteriormente sea entregada a la población calcetera, pero por cálculos políticos mezquinos de algunos politiqueros de esa tierra, se frustró la construcción, luego vinieron las observaciones en cuanto al expediente técnico (inclusión de disipadores y aisladores sísmicos, en el entendido de que Puno se encuentra en una zona altamente sísmica, que además se rebaje algunas áreas de atención especializada de acuerdo al nivel del nosocomio primario) dificultad que no pudo ser superado, porque los contratistas no levantaron las observaciones en su debida oportunidad.

Ahora bien, la entidad regional es responsable de viabilizar el saneado del expediente técnico ante el sector Salud, para posteriormente hacer efectivo los bonos soberanos que se encuentran en cartera de gasto y en un tiempo determinado entregar la obra a la población femenina de Juliaca. Para el logro de este propósito la actual gestión regional tiene que concertar ideas y acciones con la sociedad organizada de Juliaca y juntos remar hacia un puerto seguro, las discrepancias existentes en cuanto al nivel y la implementación de equipos sofisticados deberían quedar al margen, porque ese aspecto está fuera de discusión para el nivel central del sector salud. Si continúan con este propósito, la verdad es que se continuará dilatando el proceso de construcción del hospital perinatal de Juliaca.