Los Andes

Debido a la carencia de políticas de gobierno que fortalezcan la conservación del patrimonio arquitectónico precolombino, colonial y contemporáneo, más del cien por ciento de éstos vestigios corren el riesgo de colapsar irremediablemente, ya sea por la impronta temporal, la desatinada irrupción de la mano del hombre o el desconocimiento del valor que tienen algunas “huacas�, por lo que urge la presencia del Gobierno Regional Puno para catalogar, registrar y diagnosticar la conservación y el deterioro de estos vestigios, para luego mediante proyectos de inversión buscar el financiamiento respectivo para la puesta en valor y posterior puesta a los ojos del mundo mediante la industria sin chimeneas, teniendo en cuenta la nula acción protectora y conservadora de la Dirección Regional de Cultura, que dicho sea de paso no ata ni desata en las funciones primarias de gestión.

Ante el ineludible proceso de devastación a escombros del templo de Tintiri con la caída de los dos campanarios o torres (el ala derecha hace cuatro días) que tenían como elemento principal a inmensos bloques de adobe, donde los relatos manifiestan que a falta de agua, los hispanos opresores no dudaron en degollar a seres humanos nativos y la sangre utilizarlo como agua, sus cuerpos molidos como parte del barro y sus cabelleras como paja, dando inusitada consistencia al adobe. Entonces de este templo solo queda en pie la parte central y todo parece indicar que por la indolencia conservatoria de la Dirección Regional de Cultura, por ello, las autoridades locales deberían propiciar jornadas de concientización revalorando sus lugares arqueológicos, contratar especialistas en arqueología y arqueología colonial o precolonial y buscar financiamiento para su inversión.

Éstas actividades son necesarios e imprescindibles, teniendo en cuenta que la Dirección Regional de Cultura se muestra inoperante ya que el complejo arqueológico de Sillustani necesita de manera urgente un proceso de mantenimiento general, puesto que una chullpa corre el riesgo de colapsar, lo propio ocurre con otros lugares reconocidos por su belleza arquitectónica y el gobierno regional debería tomar la batuta para resguardar nuestro patrimonio cultural, que dicho sea de paso servirá para encumbrar a un primer lugar destino turísticos receptivo a nuestra región, con lo que la economía de esta parte del país se revitalizará en beneficio de nuestros compoblanos.