Los Andes

La denuncia de una sustracción digitalizada de pruebas de admisión en la Universidad Nacional del Altiplano (UNA), parece no tener eco entre las autoridades universitarias ni mucho menos en la autoridad jurisdiccional, porque lejos de cortar por lo sano y separar por tiempo indefinido a los presuntos implicados en este “affaire�, que continúan ejerciendo labor administrativa y dirigencial, lo que conlleva a un claro y abierto grado de “encubrimiento�, entendiendo además que los decanos asignados para la “investigación� y determinación de culpables camina a paso de tortuga y esta casa superior de estudios ya convocó a más exámenes de admisión.

La incertidumbre para los padres de familia es enorme, porque se tiene conocimientos que “siempre� este proceso estuvo amañado por la cúpula que administra el poder; los dirigentes estudiantiles, lejos de luchar por los intereses de los que fueron elegidos, se coluden con la autoridad por prebendas sustanciosas. Una de estas gollerías con que gozan es precisamente el participar en diferentes comisiones especiales de la UNA, donde se compra, manipula y quiebra voluntades. A ciencia cierta no se sabe cómo opera esta mafia que casi siempre está presidiendo o participando como miembros en este tipo de comisiones, pero las malas lenguas dicen que familiares directos o ahijados de los catedráticos que están en el “poder� son los que aseguran un cupo en las carreras profesionales de su predilección, otros manifiestan que tienen “convenio� con algún colegio particular para asegurar el ingreso de algunos estudiantes y de esta manera seguir con el negocio educativo.

Si la autoridad universitaria no “corta� desde la raíz, este problema seguirá entre los chismes soterrados dentro de las esferas universitarias, pero la imagen en la población es y será negativa para los intereses de los postulantes a una plaza vacante, y los que realmente salen ganando con la estampida de postulantes, es lamentablemente la universidad de características privadas, donde además los estudios superiores se cumplen en el tiempo programado, no importando calidad profesional, pero al fin lo que los estudiantes desean es obtener el grado académico profesional e ingresar en el tiempo más corto posible en el mercado laboral, que dicho sea de paso en nuestra alma máter es insufrible por la cantidad de trabas que se presenta en el camino. Entonces, de una vez por todas la autoridad se despercuda de sujetos crematísticos y lujuriosos, para presentar una cara renovada y sin atisbos de componenda.