Los Andes

Los peruanos, con mucha atención, esperábamos un discurso con objetivos claros y precisos, cumplimiento de promesas electorales y una visión de país en base a realidades, pero en el mensaje a la Nación, al asumir el mando del Perú el ahora Presidente de la República, Pedro Pablo Kuczynski Godard, abundó el idealismo de una patria rumbo al Bicentenario, ofertas de lucha contra la corrupción y la inseguridad ciudadana, además de mejorar los servicios básicos con la finalidad de elevar la calidad de vida de los pobladores, lo que para la clase política nacional se convirtió en un tira y afloje, entendiendo que cada agrupación política tiene objetivos diferentes, ya que solamente el fujimorismo, siendo mayoría, podría petardear los lineamientos gaseosos planteados por el ahora presidente de la República.

A nivel mundial existe una oleada de identidad étnica y cultural, los nacionalismos van conformando pequeños estados dentro de una nación (el independentismo catalán apoya la integración de una hipotética Cataluña independiente de España, en la Unión Europea) con lo que la reducción de la discriminación en nuestra nación tendrá que erradicarse y sobre todo la igualdad de género podría tener un punto de quiebre. Se comprometió al 2021 que los escolares tengan gratuidad en todos los niveles y no dejar de lado los diferentes deportes para extraer de las redes sociales a los escolares, además de la vuelta al aula de la enseñanza de la educación cívica desde el Estado, para generar ciudadanos de bien.

Con respecto al sistema de justicia, el flamante mandatario nacional incidió que ningún crimen quedará bajo el manto de la impunidad, claramente adujo que los efectivos policiales y militares tendrán una bonificación pensionable en setiembre, con lo que una vez más se pone en tela de juicio el incremento a estos sectores y no a la empleocracia nacional, quienes subsisten con sueldos de hambre. También se comprometió a formalizar “por lo menos el 60% de puestos de trabajo�, y el punto de quiebre podría ser la reducción para el próximo año de un punto del Impuesto General a las Ventas. Por lo tanto, estos lineamientos de trabajo bosquejados por el mandatario nacional tienen que ser adecuadamente descifrados y puestos como política de estado por el presidente del Consejo de Ministros y los propios ministros, quienes en unos quince días expondrán sus planes de trabajo ante el pleno del Congreso y pedir el respectivo voto de confianza.