Los Andes

En los últimos días, el señor presidente de la República ha reiterado su decisión de desaparecer el Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP), aduciendo que se ha convertido en un sistema que obstaculiza y limita la fluidez de la inversión pública.

Pero, ¿qué es el SNIP? Es un sistema administrativo del Estado, no es una institución, que a través de un conjunto de principios, métodos, procedimientos y normas técnicas, certifica la calidad de los Proyectos de Inversión Pública (PIP).

Mediante el SNIP, se pretende que la inversión pública sea oportuna y eficaz, que cada sol invertido produzca el mayor bienestar social. Esto solo es posible de conseguir con proyectos sostenibles, que operen y brinden servicios a la comunidad de manera ininterrumpida.
El SNIP se creó en el año 2000, justamente para mejorar la calidad de la inversión por parte del Estado y así evitar el despilfarro del dinero de todos los peruanos. Antes del SNIP, el Estado ejecutaba proyectos sin estudios técnicos apropiados, existían obras sobredimensionadas, duplicidad de inversiones, y una ausencia absoluta de criterios de rentabilidad. El SNIP aplicó herramientas de evaluación de costo-beneficio para asegurar la rentabilidad social de los proyectos y su sostenibilidad. Los proyectos ya no se hacen de forma parcial, sino que estos deben ser integrales, porque necesitamos soluciones integrales a nuestras necesidades.

Es cierto que le falta agilidad al sistema, existen muchas quejas de cómo se tiene que lidiar con los “sabios� del SNIP, que te paran los proyectos y te exigen pasar por filtros y cálculos de rentabilidad que lindan con lo absurdo, pero también es responsabilidad del mismo gobierno mejorar el diseño del sistema. Entonces, pensar que los problemas en la gestión del Estado se deben solo al SNIP, es un error. Me parece que los obstáculos para la fluidez de la inversión son más debido a burócratas que no toman las decisiones adecuadas en el momento oportuno.

Ha dicho el señor presidente que se va a fortalecer PROINVERSION, en reemplazo del SNIP. ¿Será esta la solución?

Al respecto, en junio del presente año, el director del Instituto Peruano de Economía (IPE), Pablo Secada, con motivo del evento “Shock de gestión para reactivar la confianza y las inversiones�, organizado por la Asociación para el Fomento de la Infraestructura Nacional (AFIN), hizo duras críticas a la labor que realiza PROINVERSIÖN. Dijo: “Ahora en PROINVERSIÓN hay 300 funcionarios públicos y en los ministerios en cada uno habrán 20 que ven concesiones y no pueden hacer una concesión al año, entonces eso tiene que cambiar�.

En la región Puno tenemos la experiencia con PROINVERSION de cómo va avanzando a paso de tortuga el proyecto de las 10 plantas de tratamiento de aguas servidas. En casi dos años y medio, ni siquiera se tiene la declaración de viabilidad; entonces, ¿cómo podemos confiar en que este sistema será la solución a la poca fluidez de la inversión pública?

A través de más de 15 años de existencia, el SNIP ha venido ganando gran experiencia que no tendría que ser desechada así de fácil. En mi modesta opinión, desaparecer el SNIP podría llevarnos a caer en un problema mayor si no se evalúan bien las soluciones alternas que se plantean.

Por otra parte, en todo el país existe gran cantidad de personas que laboran en el Sistema Nacional de Inversión Pública, que no sabemos qué pasará con ellos después de su desaparición. Y hay profesionales que se han preparado en el SNIP con diversos diplomados, maestrías y hasta con doctorados; todos ellos se quedarían en la nada.

Salvo mejor parecer…