Los Andes

Confundido. El chinchilico de la pequeña Roma parece que ya tiene echada la suerte en su contra, por eso -todo confundido- está utilizando a uno de sus serviles para que pueda hacer lo imposible. Lo malo es que no se da cuenta que su trabajador no es chinchilico como él y por eso no puede cumplir a cabalidad su trabajo, y tampoco evitar que las firmas lleguen a Lima. Bueno, veremos hasta dónde llegan así como están. ¡Suerte, chinchilico!

¡Ya para qué! A pesar de que más de 200 reos fueron internados en el penal de Puno hace algunas semanas, las autoridades municipales, penitenciarias y policiales recién se empeñaron en coordinar las acciones que tomarán ante esta situación. Y ahora se tendrá que hacer otro trámite para devolver a los avezados maleantes a su lugar de origen. ¿Por qué no pensaron en eso antes?

Robo descarado. Ante los reiterados reclamos de las sufridas amas de casa, porque las balanzas de los comerciantes de los mercados no marcaban pesos exactos, recién los funcionarios revisaron los instrumentos, donde se evidenció el robo descarado de 100 a 300 gramos por cada kilo de los productos como carnes, pescados y verduras. Las afectadas, por eso, piden que el muni de Xuliaca instale balanzas municipales. ¿Hará caso el muni?

¿Otro Ollanta? El Goyo ayer se recorrió las calles de Juliaca, incluso comió un challwa thimpo en el mercado Santa Bárbara... ¡Todo lo que tiene que hacer para ganarse a la gente el expatria roja, diciendo que cambiará la Constitución! Lo que no sabe es que esas poses nos recuerdan al traidor del Ollanta, que igual venía al altiplano con su bandera del Tahuantinsuyo. ¡Cambia de pose, Goyo!

Balacera. Los preocupados pobladores de Xuliaca no saben qué hacer frente a tanta delincuencia. Primero asesinatos a sangre fría, luego balaceras entre efectivos de la penepé y “wara waras�... ¿Luego qué vendrá? Algunos anchanchos nos reportaron que si las cosas continúan como hasta ahora, quienes se marcharán de la Ciudad de los Polvos serán los ciudadanos, a ver si así encuentran la tranquilidad que le piden al Cumpa. ¿Escuchas, Cumpa?