Los Andes

Dentro del plan estratégico planteado por la actual Comisión Organizadora de la Universidad Nacional de Juliaca (UNAJ), se propuso la irradiación de la investigación cultural y sobre todo la publicación de creaciones literarias de personajes ilustres de la región Puno, por lo que presentaron 10 libros, a saber: Temas Históricos de Juliaca (Hugo Apaza Quispe), donde el autor nos presenta una serie de facetas de la evolución cultural de la ciudad de Juliaca y de la propia provincia, con lo que trata de erigir una génesis de los habitantes de este poblado y el auge comercial que lo catapulta como una zona de expansión económica carente de soluciones a las más mínimas necesidades salubres.

También está publicada una antología de la poesía calcetera titulada “Desde el Silencio� (Vicente Benavente Calla), resaltando el poema Julia, que es un canto al amor de una lejana vida y al candor de la juventud en etapa de enamoramiento, de esos que hoy parece que es un comportamiento varonil en extinción. Asimismo, “El Viaje Inconcluso�, que es una antología narrativa, cuyo autor es el juliaqueño Carlos Calderón Fajardo, donde se compila una serie de relatos. Un punto aparte es la poesía decantada del guía espiritual Luis Zambrano Rojas, quien en su “Poesía Reunida� resume el pensamiento humano y templado del pastor de la iglesia Pueblo de Dios, narrando en versos la descarnada vida de sus personajes y la forma como subsisten, a fuerza de impulso propio de la vida y siempre desangrando por el olvido.

A decir verdad, este Primer Festival del Libro de Juliaca sirve para que la universidad salga de ese marasmo social que sufre la universidad nacional; este primer paso es de mucho beneficio para que los intelectuales tengan a la Universidad Nacional de Juliaca como un socio estratégico. Si no, recordemos el Festival del Libro 2016, donde también la UNAJ publicó “Alasitas, Práctica y Símbolos de un Liberalismo Aymara�, y el libro que debería ser de cabecera de todo puneño, escrito por José Luis Rénique: “La Batalla por Puno�. Entonces, esta forma de trabajo es loable desde todo punto de vista y alentamos a las autoridades y a la comunidad educativa de la UNAJ a seguir con esta forma de trabajo; que la Universidad no siga siendo una isla y se comprometa con su población, y la población sienta que su universidad está trabajando por difundir el trabajo intelectual de sus hijos.