Thursday 18.04.2024 | Actualizado 11:08 (hace 1984 días)
Juan Pérez trabaja en el centro de Lima (institución pública, empresa privada, o algún centro informal), y si tiene suerte, puede ganar un poquito más de mil soles al mes. Desayuna y almuerza en uno de los tantos huecos o ambulantes de la Av. Azángaro; y al término de sus labores camina hacia la Av. Tacna y toma un colectivo rumbo a la Av. Arequipa: tiene clases en algún instituto o universidad, o tal vez, otro trabajo. Y ya al final del día, toma, nuevamente, un colectivo hasta la Av. Tacna, y luego un micro rumbo a su hogar.
Juan Pérez realiza compras para el mes en Mercado Central, y alguna vez fue a las Malvinas o al Hueco a comprar un celular. Juan Pérez, en ocasiones, hace taxi los domingos y feriados en un auto viejo; a veces, descansar, no es una opción. Y cuando decide hacerlo, viajar o pasear por vacaciones, prefiere alguna agencia de transporte de la Av. Grau, o alguna por ahí.
A Juan Pérez no le gusta que en Lima haya tantos ambulantes, ensucian las calles dice; no le gusta el tráfico, no entiende por qué cada vez está peor y aumentan los accidentes; y no le gusta la delincuencia, y expresa su malestar mediante un post en su cuenta de Facebook, que escribió desde su celular comprado de segunda. Juan Pérez es parte de la informalidad, que, por necesidad, comodidad u otros motivos, la utiliza, vive y explota.
Por eso, además de la escasez de oportunidades laborales, de heredar modelos de organización socioeconómicos fallidos de cada gobierno, del abismo entre la formalidad y los supuestos beneficios, y de, tal vez, la sobrepoblación (paternidad irresponsable, tener hijos sólo porque sí. Y la falta de recursos para estos hijos llamados: errores que se deben asumir), deberíamos preguntarnos ¿qué otras causales mantienen viva la informalidad?, o, además de los responsables directos como municipios, alcalde, y otros, ¿quiénes más son culpables de la muerte de Jovi y Jorge Luis?, ¿quiénes más son culpables del accidente en el cerro San Cristóbal?
Ser informal va más allá de un empleador, empleado, o una empresa que existe al margen de la ley; ser informal también es consumir de ellos sólo porque es más conveniente o cómodo: tomar un colectivo en lugar de un transporte público formal porque es más rápido y evitas ir de pie y sofocado por la multitud; comprar una hamburguesa al paso porque es más práctico y barato que comer un menú (aunque por menos dinero obtienes una mano de plátanos en una bodega y estás más alimentado); o, comprar ropa y/o artefactos aun sabiendo de su procedencia ilegal. Jovi y Jorge Luis murieron por ese motivo, por la demanda de focos falsos, porque era más barato comprar ahí, porque así nos ahorrábamos unos soles a expensas de una explotación y sus vidas. Y así murieron 11 personas en un paseo hacia el mirador del cerro San Cristóbal, porque es fácil y barato tomar un tour, porque abundan, porque hay demanda.
Y porque hay demanda, y muchos Juan Pérez, 300 personas murieron en aquel incendio de Mesa Redonda; porque hay demanda, y más Juan Pérez, siguen violando y prostituyendo niñas y adolescentes en la selva (trata de personas). Y es que Juan Pérez somos todos, responsables y culpables de un incendio, de trata personas, de la muerte de Jovi y Jorge Luis, de accidentes en carreteras, y paseos mortales por la ciudad.
¿Cuántas personas más deben morir para cambiar?
¿Está usted de acuerdo con el proyecto de remodelación de la Plaza de Armas de Puno?