Corrupción policial: así se arregla “por lo bajo” tras uniformes y timones


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Escribe: Los Andes | Policial - 03 Mar 2015

Lo que sigue no es un gran destape ni el fruto de una laboriosa investigación, sino un asunto de conocimiento común entre conductores. No se pretende dañar a nadie; más bien, se trata de echar una mirada a los que somos, pues lo que se relata aquí se reproduce en varios ámbitos de nuestra vida social.


Lo que existe entre los conductores y varios elementos de la policía de tránsito, es un pacto que impide la aplicación de toda norma legal, haciéndola prácticamente ridícula. En la cabeza de los conductores no cabe la idea de pagar una multa legal y hasta existe una especie de “tarifario de la corrupción” sujeta a varias condiciones.

Los conductores entrevistados por Los Andes, informaron que su descuido más común es no llevar el vehículo a revisión técnica en el plazo estipulado, lo que aprovechan los malos efectivos de la PNP para el cobro de coimas. Aunque el pago llega hasta los 100 nuevos soles, un conductor experimentado puede regatear y pagar hasta 30 o incluso 20 soles.

Como se puede apreciar, la tarifa es flexible y depende de varias circunstancias, como que el policía sea “buena gente”, la capacidad persuasiva del conductor, o que la intervención se haga en medio de algunos de esos famosos “operativos de recurseo”.

En la salida a Juliaca o en la zona de Chejoña, por citar un caso, es donde se dan estos últimos. Allí es habitual que, en grupos de hasta 8 policías, dependiendo del nivel de tráfico, se menoscabe el bolsillo de los conductores, cobrándose prácticamente todo lo que se puede.

“Te buscan hasta el mínimo defecto y te acaban pidiendo hasta 5 soles, si no tienes nada; siempre piden aunque sea para el combustible”, indica uno de los conductores.

También aseguran que no se trata de acciones legales: “muchas veces se puede observar patrulleros y personal que nada tiene que hacer en la zona. ¿Qué hacen allí?, deberían estar patrullando o en su puesto”, dice otro ofuscado conductor.

Pero a veces el conductor intervenido puede “ponerse liso” y “cuadrar” a los policías, como se ha visto en algunas ocasiones, si es que se trata de uno de esos “operativos de recurseo”. Al hacer esto, suele conseguirse una “rebaja”.

Eso sí, nada de eso puede pasar cuando se encuentra la fiscalía. “Cuando están con fiscal, ahí sí te sancionan, como debe ser”, dice un tercer conductor, “pero es muy raro que esté presente”, agrega.

Otra de las faltas comunes es tener vencido el Fondo Contra Accidente de Tránsito (FONCAT), falta por la que se cobra hasta 200 soles; mientras que por la falta de licencia se suele pagar entre 150 y 200 soles.

Para algunos malos elementos policiales, encontrar a un chofer ebrio es como “sacarse la lotería”, coinciden los conductores, pues pueden cobrar fácilmente entre mil a mil 500 soles, a cambio de librarlos de cualquier sanción.

Existen otras “soluciones intermedias”, desde luego, como la de disminuir el pago de la coima, digamos, imponiendo la papeleta pero evitando el decomiso del auto; o bien, evitando la suspensión del permiso de conducir; todo lo cual se logra luego de sendas negociaciones.

Tampoco se puede hacer algo cuando hay implicaciones penales, como un accidente con consecuencias fatales. “Ahí ya es otra cosa, todo se ve con la Fiscalía”, culmina uno de los entrevistados.


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