¿Por qué Keiko Fujimori sería la próxima presidenta del Perú?


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Escribe: Felipe Supo Condori | Política - 29 May 2016


Aclaramos, desde un principio, que el suscrito no simpatiza con la candidata Keiko Fujimori (Fuerza Popular), y que menos es militante; muy al contrario, ha sido un tenaz luchador social contrario a las ideas del fujimorismo en sus épocas de dirigente barrial de la CUBUPP y dirigente gremial del SUTRA-UNA, donde fuera encerrado en los calabozos de Seguridad del Estado de la Guardia Republicana (ahora Prefectura de la región Puno), conjuntamente con el dirigente del SUTEP, profesor Julio Jordán y otros dirigentes. Esta aseveración la hacemos con datos estadísticos de las diferentes encuestadoras de nivel nacional (Ipsos-Apoyo, Datum, CPI, CIT, etc.), percepción de destacados analistas políticos (Sociólogos: Fernando Tuesta, Martín Tanaka, Gonzalo Portocarrero, etc.) y renombrados politólogos (Sociólogos: Sinesio López, Hugo Neira, Nicolás Lynch, Carlos Tapia, entre otros); además de periodistas críticos como César Hildebrand, Cecilia Valenzuela, Ricardo Uceda, Gustavo Gorriti, etc.; es decir, los argumentos y fundamentos que formulan nuestra percepción (según Serge Moscovici) y representación social (según Emile Durkhein), son producto de un análisis sociológico dentro del marco de las neurociencias, que tiene su sustento en el hemisferio izquierdo, que construye un análisis racional-lógico y no emotivo, que es propio del hemisferio derecho. Considerando que las encuestas -si estas son referentes estadísticos, como “fotografías del momento”-, se constituyen como indicadores que señalan pautas de tendencia que nos permiten construir evidencias empíricas para formular a manera de hipótesis esta ocurrencias, compartimos en esta oportunidad lo siguiente:

PRIMERO: Los resultados de las diferentes encuestadoras, que plasman un “empate técnico” en el plano político, no lo hacen así en el terreno matemático de las estadísticas; la diferencia es significativa, el mismo que como evidencia empírica la probabilidad de ocurrencia de nuestra hipótesis es alta, muy a pesar que teóricamente en las ciencias sociales y en el terreno político estos márgenes estadísticos no son muy predecibles y constituyen su aseveración en muy riesgosa, siendo su probabilidad de ocurrencia en el 50%, es decir, puede ser como no. En estos casos, la responsabilidad ética y científica del investigador peligra su credibilidad, es por ello que muy pocos investigadores se arriesgan en estos casos aseverar una ocurrencia social de esta naturaleza política, como la que estamos analizando.

Considerando teóricamente el papel de la encuestas para las probabilidades estadísticas se utiliza la encuesta como una técnica de investigación social. El sociólogo Alvin Gouldner decía mencionando al Belga Quetelt (1796-1874) padre de las estadísticas, que éstas eran herramientas básicas y útiles para las investigaciones sociológicas, es así que en un proceso electoral utilizamos esta misma técnica, pero más puntual llamado encuesta electoral como una técnica de investigación social que permite conocer las opiniones y actitudes de una colectividad por medio de un cuestionario que se aplica a un reducido grupo de sus integrantes al que se denomina «muestra». Esta técnica se usa con frecuencia en las campañas electorales. Según Duran, Jaime. (2000), “…estas encuestas electorales…” han estado y están en el ojo de la polémica electoral contemporánea.

Desde tiempos inmemoriales los seres humanos tenemos temores y actitudes mágicas frente a los instrumentos que parecen predecir el futuro. Esta tensión instintiva sumada a las pasiones de la lucha por el poder forma una mezcla explosiva que detona en cada campaña electoral. Las encuestas son conocidas por el escándalo que produce en las campañas la publicación de la simulación electoral, que es una pregunta del formulario que dice por quién votaría usted si las elecciones fueran mañana. Los candidatos se obsesionan por esa pregunta. Los porcentajes producen polémicas estridentes. Unos dicen que según «sus» encuestas ganan, otros que las encuestas publicadas son falsas, otros que no creen en las encuestas.

SEGUNDO: La concurrencia de factores influyentes, que en el terreno político se dan como factores determinantes y condicionantes que definen los resultados en un proceso eleccionario; por cierto, los mismos que son discutidos diferencialmente por algunos politólogos como analistas políticos (no opinólogos) respecto a qué factores son determinantes y condicionantes. Sin embargo, casi todos coinciden en que el comportamiento de estos factores influyentes se diferencia según el escenario y contexto (coyuntura) en el que se desarrollan. Teniendo en consideración estos aspectos, es necesario señalar que en el escenario político de nuestra sociedad peruana que definirán el éxito de Keiko Fujimori (muy a nuestro pesar) son los siguientes:

FACTORES DETERMINANTES:

· Aparato político, considerado como estructura que sostiene a un partido o movimiento político cuya ventaja tiene la lideresa de “Fuerza Popular” desde las elecciones pasadas frente al “traidor” Ollanta Humala, donde ganara con cerca de medio centenar de congresistas. Aparato que para esta segunda vuelta se ha fortificado en mayor grado, considerando los resultados de 73 curules ganadas.
· Estrategia política, que comprende el empleo de tácticas como los medios y la forma de afrontar un proyecto político, que en este caso más que establecer alianzas políticas con los líderes representativos de otros partidos y movimientos políticos que han perdido, es establecer cómo ganar las bases del electorado de estas agrupaciones, porque no necesariamente los militantes y simpatizantes obedecen disciplinadamente. Generalmente en escenarios como la nuestra siempre se apuesta por el “ganador”, tipificado como el “mejor” candidato. La estrategia de “bajada de bases” (compromisos bajo acta) y la táctica de contacto directo con el electorado (dando la mano a cada uno con una “prebenda” respectiva) asumido por Keiko, vienen marcando la diferencia con PPK. Además, que el electorado “frustrado y amargado” por la traición política de Ollanta Humala que demagógicamente jurara por la “Constitución del 79” que decepcionó con el cambio del “Proyecto de la Gran Transformación” por la “Hoja de Ruta”, cree firmemente que la única candidata que podría “encerrar a la cárcel” a la pareja presidencial Nadine-Ollanta es Keiko Fujimori.

· Escenario como coyuntura política, que está reflejado por el contexto que políticamente le da una ventaja comparativa y competitiva a Keiko, como los ocurridos con Alberto Fujimori, Alejandro Toledo y Ollanta Humala que aprovechando el resquebrajamiento y pérdida de institucionalidad y credibilidad de los partidos políticos, la posición étnica-racial y la condición de exclusión social, pobreza de la población electoral peruana han logrado en sus respectivas elecciones presidenciales. Es decir, el hecho de haber “casi” ganado en primera vuelta y tener la mayoría absoluta de congresistas ganados (73), es un hecho reciente (“fresco”) que en política se constituye en una ventaja coyuntural competitiva para Keiko Fujimori. Escenario diferente para PPK.

· Posicionamiento político, entendida como marketing político que también le da una ventaja comparativa y competitiva a KFH frente a PPK, como resultado del último debate del 22 de mayo del año en curso, en el auditorio de la Universidad Nacional de Piura, donde políticamente se impuso al discurso técnico de PPK. Considerando que al electorado que representa el 10 al 15% que todavía no ha decidido su voto, es una población electoral que esperaba más que el fundamento técnico, la argucia política, que en estos casos los “puyazos” son más atrayentes que los fundamentos técnicos.

FACTORES CONDICIONANTES:
· Discurso político como la forma de llegada al electorado, “vendiendo” las propuestas del plan de gobierno, considerado como una de las mayores debilidades de PPK, que difícilmente serán superadas así se trate de enmendar –se hace difícil enmendar por la premura del tiempo-
· Recursos económicos, necesarios como factores influyentes, pero no determinantes, dado los resultados preferenciales de la primera vuelta, en esta segunda vuelta, los apoyos se harán en mayor grado por los simpatizantes y personas “interesadas” (sobre todo de empresas proveedoras) que vienen apoyando a KFH.
· Grado de conocimiento como formación profesional, académica y experiencia que tienen ambos candidatos con la diferencia que PPK tiene mayor experiencia en la gestión pública, pero que sus múltiples errores cometidos como funcionario público al ser conocido como “Lobista” y haber participado en sospechosas transacciones comerciales con empresas transnacionales, éstas en vez de sumarle votos, le restan; situación inteligentemente aprovechada por Keiko.
· Carisma, factor con el que cuenta Keiko Fujimori Higuchi dado su desprendimiento y humildad mostrada en las distintas bajadas de base de la referida candidata.

DEBILIDADES DE AMBOS CANDIDATOS:
Como percepción sociológica consideramos que ambos candidatos no tienen la suficiente autoridad moral para gobernarnos, por cuanto ambos no cuentan con el mejor perfil ideal para ser el próximo Jefe del Estado peruano; sin embargo, queda el beneficio de la duda. Las debilidades de ambos candidatos son las siguientes:

La candidata que podría y no debería ser la próxima representante del Estado peruano es Keiko Fujimori, porque representa el pensamiento ideológico neoliberal, que ni siquiera es liberal –porque la naturaleza del pensamiento ideológico liberal tiene diferente concepción- (que inspirándose en el concepto utilitario de John Stuart Mill de proporcionar “la mayor felicidad para el mayor número de personas”, el Liberalismo trató de defender el “bien común”; es decir, un sistema político y económico que maximiza el progreso social para el grupo en su conjunto y no para beneficiar a una porción de individuos. Lo cual hizo del Liberalismo un movimiento que facultaba el papel del individuo y desafiaba a las monarquías absolutistas); concepción que teóricamente difiere con el neoliberalismo, porque este pensamiento ideológico se debe principalmente a una escuela de pensamiento económico, que puso de relieve la importancia de la desregulación de los mercados y la privatización de las instituciones públicas. Modelo que en el Estado peruano, se ha venido implementando (a pie juntillas) según las recomendaciones de la receta de los acuerdos del Consenso de Washington a partir del gobierno de su señor padre de Keiko, Alberto Fujimori Fujimori.

Pedro Pablo Kuczynski podría haber podido pero no podría ser el próximo presidente porque además de representar el mismo modelo económico neoliberal igual que Keiko Fujimori, él representa las responsabilidades de malos manejos y negociaciones de exploraciones y explotaciones de nuestros recursos naturales de minería e hidrocarburos y que no tiene ninguna intención de renegociar la firma de las condiciones de explotación de nuestros recursos naturales y que más bien –muy a pesar de sus hipócritas disculpas su vicepresidente es todo un peligro de expansión geopolítica que además de lucrar con “sus” terrenos comprados en Acora, quiere cercenar nuestra territorialidad puneña. Algunos críticos más radicales le han tipificado de cómplice de la pobreza de nuestro país y otros más mesurados le sindican como “lobista”, además de continuar jugando con su doble nacionalidad,

PRONÓSTICO:
A manera de conclusión diremos que debido a estos indicadores estadísticos y concurrencia de factores determinantes y condicionantes y a pesar de adolecer de estas limitaciones como debilidades; sin embargo, la “victoria” de Keiko Sofía Fujimori Higuchi se hace eminente en esta segunda vuelta, con un incremento estadístico de casi el 07%, es decir que su victoria electoral total bordeará un 45-50%; mientras que PPK no llegará a más del 40%.

¿QUÉ GANA NUESTRO PUNO CON ESTA OCURRENCIA SOCIAL?
Concluiremos interrogándonos: ¿Esta ocurrencia le conviene a Puno? Haciendo un análisis frío e imparcial (muy a nuestro pesar) diremos que sí, dado que tenemos en las filas congresales de “Fuerza Popular” a Lucio Ávila, conocido por su capacidad de “gestor”, demostrada al frente de nuestra “Alma Máter” UNA-Puno; en este escenario, Lucio Ávila Rojas, resultaría ser uno de los congresistas de mayor peso político en el próximo gobierno, sea esta influyendo en las mejores gestiones para el desarrollo de Puno, como influyendo en el nombramiento y designación de altos funcionarios en la administración pública que sería desde la propuesta de ministros, vice-ministros hasta jefes de carácter nacional en los diferentes carteras, ODPs, programas sociales, etc.

Nos preguntamos: ¿Esto sería bueno para Puno? Quizá éticamente no, pero políticamente sí; ya es hora que los puneños tengamos peso político en las decisiones del gobierno. Ahora la pregunta es: ¿Lucio Ávila tendrá la suficiente capacidad para ello? Nuestra respuesta es sí –sin querer ser mezquinos y reconociendo a “César lo que es de César” (pese a que nos queda “gordo” y no es “santo de nuestra devoción”). En el gobierno de nuestra Alma Máter (UNA-Puno) como rector, ha demostrado capacidad de gestión respecto al logro de mayor infraestructura física y de equipamiento para nuestra universidad –muy a pesar que las principales funciones de un Rector son promover la generación de conocimiento a través de la investigación, inculcar enseñanza de calidad y extender el conocimiento de la ciencia y tecnología a la comunidad a través de la proyección social y extensión universitaria; sin embargo, toda esta infraestructura física y equipamiento lograda, debe servir como cimientos para el cumplimiento de las funciones académicas de una universidad, tarea en la que debe estar Porfirio Enríquez. De esta enorme capacidad de gestión demostrada en nuestra universidad decíamos que confundía su labor académica con la función administrativa del presidente regional y que de haber ganado las elecciones regionales pasadas “hubiera sido un buen presidente regional”. Ahora las funciones del congresista es la de legislar, fiscalizar y representar, sin embargo no está exento de apoyar la gestión de nuestra autoridad de gobierno regional y local, dado que hipotéticamente tendría “poder de influencia”.


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