Elecciones 2016: Sube, sube PPK y el gringo subió


Votación: 383 votos

Escribe: Raúl Humberto Rodríguez Chalco | Política - 06 Jun 2016

Elecciones 2016: Sube, sube PPK y el gringo subió
Elecciones 2016: Sube, sube PPK y el gringo subió

Escribo estas reflexiones, casi inmediatamente después de que dos de las encuestadoras oficialmente reconocidas dieran por ganador a PPK, luego del conteo rápido al 100%, aunque, muy precavidos sus representantes, afirmaron que las cifras no eran definitivas al ser la diferencia sólo de un punto porcentual. Sin embargo, hay que decir que la segunda vuelta electoral se gana con el 50% de los votos más uno.

Aunque los comentaristas pro Keiko invitados a diferentes espacios periodísticos para que compartan sus reflexiones no quieran reconocer la derrota, todos los demás, en especial los seguidores de PPK, aceptan que el triunfo ya es un hecho. Al respecto, recordar que, de los comentaristas pro Keiko, solo Ricardo Vásquez Kunze reconoció la derrota y ha dicho que desde mañana es parte de la oposición al futuro gobierno de PPK.

Bueno pues, se ha derrotado la vuelta del fujimontesinismo (¿qué hacía Montesinos con un celular en su poder en la cárcel más segura del país? Ahora solo falta que Keiko y sus seguidores nos salgan con que era para comunicarse con su abogada), se ha impedido que los métodos dictatoriales y mal sanos vuelvan a reinar en el país (baste recordar a José Climper, ahora ex candidato a la vice presidencia, que entregó a un programa televisivo audios manipulados con el fin de desprestigiar a un ex aviador que comprometió directamente al ex secretario general de Fuerza Popular), se ha bloqueado a la corrupción y al dinero mal habido (el mismo José Ramírez, comprometido en una investigación de la policía antidrogas de Estados Unidos y en otra en nuestro país, pues pasó de cobrador de combi a multimillonario en pocos años y la ahora dos veces ex candidata a la presidencia del país, nunca se enteró que su brazo derecho tenía muchas cosas que explicar) se ha imposibilitado que el autoritarismo desfachatado se haga del poder (recuerden con qué votos internos en Fuerza Popular fue elegida como su candidata Keiko Fujimori, pues con ninguno, fue autoproclamación pura y dura, la misma autoproclamación, pura y dura, de Kenyi, su hermano, cuando declaró que si su hermana no ganaba este año, el candidato para el 2021 sería él. Fue callado a la mala y, ahora, su venganza fue no votar por la hermana que lo maltrató)

¿Ha ganado una alternativa diferente, novedosa y popular? No, de ninguna manera. PPK no es muy diferente a Keiko. Ni con lupa y ni con telescopio se ven diferencias entre sus planes de gobierno en el ámbito de la economía. Ambos, representan a las grandes empresas, esas de las que Keiko quiso alejarse, sin recordar que los contratos jurídicos que garantizan el no pago de impuestos, fueron creación de su padre, hoy preso por violador de los derechos humanos y por robarse miles de miles de millones de dólares.

Sí pues, PPK no es un angelito. Un rápido repaso de su trabajo en el Estado peruano (primer y segundo gobierno de Fernando Belaunde, y el gobierno de Alejandro Toledo) y no pocas empresas transnacionales, por quienes abogó en contra del Estado peruano, lo ponen en la mira. Recordemos solo dos casos entre los más emblemáticos: siendo director del Banco Central de Reserva del Perú, allá en el primer gobierno de Belaunde, firmó la entrega de 17 millones de dólares americanos, equivalentes a 105 millones de los actuales, a favor de la International Petrolium Company, IPC, empresa de capitales ingleses y estadounidenses que declaraba, por ejemplo, que tenía 10 pertenencias, cuando en realidad tenía 41,614. Ante esto, el gobierno militar de Juan Velasco Alvarado, ordenó su captura, pero PPK escapó a su segunda patria, los EEUU, y logró un trabajo en el Banco Mundial. Siendo ministro de economía en el gobierno de Alejandro Toledo, hizo y deshizo lo que le dio la gana con el fin de entregar el gas de los pozos 56 y 88 de Camisea a una transnacional que, cuando no era ministro, asesoró.

Hasta hace una semana, cuando se produjo el segundo debate, para todos, quien ganaba las elecciones era la candidata de la pesada mochila fujimontesinista. El casi permanente empate técnico que había entre los dos contrincantes desde el inicio de la segunda vuelta, se había roto y la hija del dictador tenía una ventaja de más de 5 puntos porcentuales. Mientras, por su lado, el Frente Amplio, que quedó en tercer lugar, seguía desarrollando sus actividades en contra de la elección de la primera dama de la dictadura, pero persistía en no declarar que votaría por PPK, hasta que lo hizo y la tendencia en favor del hoy elegido nuevo presidente del Perú creció. Sin duda, a este importante hecho, se debe de sumar su buen desempeño en el segundo debate, reconociendo que en el primero fue destrozado y devorado por la apenas buena lectora que es la “sobrina” del “tío Vladi” y que, en días previos a la elección, Gregorio Santos se sumara al voto por PPK con el fin de evitar la vuelta del fujimontesinismo.

Es claro que PPK tiene que disculparse ante Verónica Mendoza no solo por aquella inapropiada y sectaria frase “no ha hecho nada en su perra vida”, sino, también, por haber ligado al Frente Amplio con el terrorismo y el chavismo, pues les debe el hecho que hoy sea el presidente electo. Verónica Mendoza debió de presentar ardua lucha en los fueros internos para lograr que la alternativa era votar por PPK. Esto es fundamental si, como se sabe, el fujimontesinismo tiene 73 de los 130 congresistas, el 56% del parlamento, que querrá gobernar desde el parlamento.

Así, el Frente Amplio, siendo una oposición de izquierda, deberá canalizar todas las iniciativas por preservar una verdadera práctica democrática y hacer más cercana su propuesta de cambio estructural a la población, lo que, en buen romance, significa trabajar en el parlamento y trabajar con la población movilizándola de forma permanente en defensa de sus derechos y búsqueda de mejores condiciones de vida. Y muchas de las movilizaciones las hará, sin duda, con la misma población que, en primera y segunda vuelta, votó por la hija del dictador que la envolvió con promesas demagógicas y “regalos” que buscaban comprar conciencias.

Lo que no puede hacer PPK es caer ante la presión del sector derechista que lo acompaña (No hay que olvidar que Meche Araoz tuvo responsabilidad política en el Baguazo y que, siendo ministra de Alan García, defendió el Tratado de Libre Comercio con EEUU) y que intentará darle gobernabilidad aliándose con el fujimorismo. Es decir, gobernar con los derrotados y no con los ganadores, como lo hizo Ollanta Humala. Un analista político, antes crítico y agudo que ya ni merece recordar su nombre, afirma que PPK solo tendrá gobernabilidad si busca entendimiento con el fujimorismo. Afirma que el fujimorismo necesita de PPK y PPK necesita del fujimorismo. ¡Mentira, no es así!, PPK tiene que aliarse con quienes le dieron su voto y no traicionar el voto popular.

Unas líneas finales sobre el “renovado” fujimorismo: ¿Qué es peor que el fujimontesinismo? Pues el mismo fujimontesinismo velado, ese que pretende esconderse, aquel que se viste de seda, pero fujimontesinista queda, el fujimontesinismo de la candidata que estudió con dinero robado de las arcas del Estado quien hace una declaración liberal ante el liberal público estadounidense y, acá, en Perú, hace alianzas con los ultraconservadores como Cipriani y los evangélicos. Es el fujimontesinismo que no puede apartarse de personajes ligados al dinero mal habido, como es el caso del Secretario General de Fuerza Popular, es el fujimontesinismo que practica los métodos del “Tío Vladi”, como el caso del ahora ex candidato a la primera vicepresidencia de Fuerza Popular, que está detrás de la burda manipulación de audios con el objetivo de desprestigiar a quien denunció al anterior Secretario General de Fuerza Popular.

En síntesis, el cambio de estrategia de la gente de PPK, que pasó a confrontar a su contrincante y dejar de lado sus no pocas ganas de querer ser presidente, el voto del Frente Amplio a favor de PPK, manifestado a través de las declaraciones de su lideresa, Verónica Mendoza, y el voto a favor de PPK otorgado por Gregorio Santos, le permitieron al candidato de Peruanos por el Cambio, ganar la segunda vuelta electoral. A estos eventos se deben de sumar, sin duda, que el fujimontesinismo escondido en Fuerza Popular saque la cabeza y que, ya rendida a sus beneficios, la hoy ex candidata, no pusiera verdadero freno.

NOTA FINAL. Acabando de redactar estas pequeñas y primeras reflexiones, el Jurado Nacional Electoral da a conocer el primer reporte: al 51,78% actas escrutadas, Peruanos por el Cambio tiene el 50.59% de votos, mientras que Fuerza Popular el 49,40%, ratificándose así, tanto los resultados de boca de urna y del conteo rápido de la gran mayoría de encuestadoras.


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