Bolivia implementará cadena perpetua para violadores


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Escribe: Los Andes | Política - 08 Jan 2017

Evo Morales pretende cambiar la Constitución para modificar las penas que reciben quienes abusan sexualmente de niños. Aunque no hay todavía fecha establecida para la consulta popular que propone al respecto, el caso despierta controversia en todo el altiplano latinoamericano, el Perú incluido, donde estos casos se presentan con cierta penosa frecuencia.


Su muerte, acaecida apenas a sus 15 años de edad, despertó la indignación del país, pues fue producto de una tortura y violación grupal, que incluso fue grabada en video. Lucy Diana, como se llamaba la menor ultrajada, dio los nombres de sus agresores antes de morir, seguramente esperanzada de que su caso encuentre justicia.

Este horrible hecho se suscitó en Ayacucho, a inicios de setiembre del año pasado. Tras hacerse público, los seis responsables de tan deleznable acción se entregaron a las autoridades o fueron capturados por la policía, unos alegando que todo ocurrió con el consentimiento de la menor y otros asegurando que estuvieron allí, en efecto, pero que no participaron de los hechos.

Como fuera, Lucy Diana falleció el 01 de setiembre pasado, en el Hospital Regional de Ayacucho, donde contó que todo ocurrió tras asistir a una fiesta con sus amigos, algunos de los cuales la drogaron para poder abusar de ella.

Los familiares de esta infortunada adolescente, especialmente su hermano mayor, pidieron que se aplique todo el peso de la ley contra los violadores. Exigieron cadena perpetua incluso, desconocedores de que la ley peruana, para casos de feminicidio, contempla solamente 35 años de pena privativa de la libertad.

Lo peor es que tres de los implicados en el terrible caso son menores de edad, los cuales, de acuerdo al Código del Niño y Adolescente (CNA), no pasarán en prisión más de 3 o 4 años. Luego de ello, saldrían en libertad sin importar el delito.

Esa es la triste realidad con la que chocaron, en ese entonces, los familiares de Lucy Diana, quienes tuvieron que reprimir su dolor, su rabia y consternación, cuando uno de los oficiales que llevaba el caso reveló a la prensa que las "imágenes (de la violación grupal) son macabras y retratan una carnicería brutal”.

Sabido esto, como muchos otros casos que se registraron más cerca de nosotros o incluso en Puno mismo, la propuesta del presidente boliviano Evo Morales se hace eco en nuestro entorno, pues plantea la cadena perpetua para los violadores o asesinos de menores de edad.

CADENA PERPETUA

El mandatario boliviano, es menester indicar, no se cruzó de brazos y de inmediato presentó un plan de acción para implementar la cadena perpetua contra quienes violen y asesinen a niños o niñas, además de duras sanciones para jueces y fiscales que retarden la Justicia.

Morales, en ese sentido, anunció que convocará a un referéndum nacional para consultar a la población sobre la cadena perpetua para violadores de menores de edad. En caso de ser aprobada la iniciativa, se debería reformar la Constitución Política de su país.

"Veremos en su momento cómo llamar a un referéndum sobre la cadena perpetua para quienes violan a niños y niñas, es algo imperdonable", señaló el presidente de Bolivia, durante un acto público en el presidencial Palacio Quemado.

Asimismo, agregó que la cadena perpetua "requiere modificaciones a la Constitución", que establece una pena máxima de 30 años de cárcel para delitos como asesinato, parricidio, infanticidio, traición a la patria, espionaje y feminicidio.

Para el mandatario boliviano, quien está en el poder desde 2006, "el pueblo con su voto" podrá decidir "la modificación de la Constitución Política del Estado", pero no precisó cuándo se realizará la consulta popular.

Cabe mencionar, en este punto, que un último dato de la Defensoría del Pueblo de Bolivia estableció en 2015 que se registraron 326 casos de violaciones a menores. Algo que, a juicio de Morales, es gravísimo, pues demuestra que las sanciones actuales no son suficientes para concientizar a su población.

EN COLOMBIA

Un caso semejante al de Lucy Diana es el acontecido en diciembre pasado, en Bogotá (Colombia), donde Yuliana Andrea Samboní, una niña de tan solo 7 años de edad, fue raptada, ultrajada, abusada, torturada y asesinada por asfixia. Ello no solo escandalizó a la sociedad colombiana, sino que reabrió el debate que ya existía en el país sobre si la cadena perpetua debe ser la respuesta a estos crímenes.

Cristina Plazas, directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, fue la primera funcionaria del Gobierno que hizo ese llamado. Aseguró que estos “criminales, inhumanos, desgraciados … deben estar toda la vida en la cárcel y no en la calle”. Por eso le pidió al Congreso que apruebe “de una vez por todas” una legislación para imponer la prisión perpetua a violadores y asesinos de menores de edad.

El presidente del Senado colombiano, Mauricio Lizcano, se mostró también partidario de imponer la prisión perpetua como castigo, y aseguró que el Congreso “está listo” para imponerles esa máxima pena a violadores y asesinos de niños. “Colombia no quiere más niños muertos, es una tragedia enorme. La única solución es la prisión perpetua, estamos en mora de hacerlo”, reconoció.

No obstante ello, la cadena perpetua es un debate que completa por lo menos ocho años en Colombia. La prueba es que han sido hasta cuatro los intentos en el parlamento colombiano, y la idea de referendo que impulsó infructuosamente la finada senadora Gilma Jiménez.

Ella, quien fuera reconocida como la congresista de los niños, convirtió esa bandera en su causa política. No solo creía en la prisión perpetua sino que consideraba que se debían construir unos muros de la infamia para que los violadores de niños fueran expuestos al escarnio público, y a su vez las familias pudieran protegerse de ellos.

Actualmente, la realidad de los casos semejantes al de Lucy Diana y Yuliana Andrea, en Colombia, es aterradora. Según Medicina Legal de ese país, en 2015 se practicaron aproximadamente 21 mil exámenes por abusos sexuales, 16 mil a niños menores de 14 años, y 5 mil a niños de cero a cinco años. “En Colombia cada hora hay dos niños violados, y cada cinco día se asesinan tres niños”, aseguraron fuentes oficiales.

De momento, la idea de imponer cadena perpetua para los violadores está latente, pese a que, en 2011, un referendo al respecto triunfó en el Senado, pero fue desestimando por la Cámara de Representantes colombiana.

¿ES LA SOLUCIÓN?

Muchos expertos creen que la cadena perpetua no es la solución al problema de las violaciones y asesinatos de infantes o adolescentes. Se han dado, al respecto, interminables debates, donde no hay ganadores ni perdedores.

Por ejemplo, para el médico Carlos Valdés, el aumento en las penas para crímenes atroces como el de la pequeña de 7 años, Yuliana Andrea, no es suficiente para erradicar un problema que va en aumento; por el contrario, se debe pensar en realizar acciones de fondo para recuperar el tejido social.

“Si con la cadena perpetua solucionáramos todos los generadores de la violencia, sería la solución. Los delitos sexuales son las conductas de mayor impunidad. La Corte Penal Internacional señalaba el 5 de noviembre de 2015 que en Colombia la impunidad en violencia sexual llegaba al 95 %, por lo que considero que aumentar las penas no es la solución”, dijo.

Y añadió: “Debemos realizar acciones de fondo para recuperar el tejido social, debemos construir un mejor país basado en el respeto y la tolerancia, la convivencia, pero sobre todo un país orientado al cuidado de nuestros niños y niñas, porque si ellos son abusados es muy probable que esas huellas de violencia alteren su ciclo y su comportamiento y sean ellos los futuros agresores”.

PERÚ

En nuestro país, merced al Decreto Legislativo 921 emitido por el Ejecutivo, se establece un procedimiento de revisión de la cadena perpetua cuando el condenado ha cumplido 35 años de privación de libertad. Es decir, actualmente la cadena perpetua está vigente pero también está vigente el procedimiento de revisión de dicha condena, lo que casi siempre termina en la liberación del violador.

Teniendo eso en cuenta, es preciso mencionar que, entre enero y julio del 2016, el Poder Judicial impuso la pena de cadena perpetua a un total de 42 procesados por el delito de violación sexual en agravio de menores de 14 años. De acuerdo con el Registro Nacional de Condenas, se trató del ilícito con el mayor número de sentenciados a la pena máxima de cárcel.

Según el reporte, en Lima Sur se registró la mayoría de estos casos, con cinco condenados; seguido de Ica y Lambayeque, con cuatro sentenciados en cada una de esas cortes de justicia. Durante 2015, se precisó, los procesados que recibieron cadena perpetua sumaron 72 en todo el Perú.

Sobre este tema, la Defensoría del Pueblo instó al Ministerio Público a iniciar un proceso penal contra los agresores de menores solo con la declaración de la víctima. “No se debe esperar la existencia de la prueba plena de la responsabilidad para iniciar (el proceso), porque se trata de una fase de inicio”, señalaron fuentes oficiales.

Una cadena perpetua que se revisa cada 35 años, como seguramente muchos opinan, no es propiamente perpetua. Se debe reconocer, sin embargo, que tal nominación transmite un fuerte mensaje, tanto al condenado como a la comunidad, así como innegables efectos sedantes para quienes reclaman más castigo. Lo malo es que tales efectos no son lo suficientemente disuasivos para los potenciales delincuentes.


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