Los Andes

Juliaca. La tradición en la que la población calcetera se traslada a los principales puentes para recoger piedras en señal de fortuna, tiene un revés que es importante considerar y corregir en el corto plazo: la contaminación.

El caso más alarmante es el del río Coata. Basura acumulada en varios sectores, lavaderos de carros y la depredación de las riberas, es la realidad de este principal afluente, que a la vez provee agua para la población de la ciudad de Juliaca.

Según Luis Alejos Mamani, subgerente de Limpieza Pública de la Municipalidad Provincial de San Román, la Subgerencia de Gestión Ambiental debería promover la limpieza del cauce y prohibir los lavaderos; asimismo, dijo que también hace falta conciencia de la población.

De la misma forma, sostuvo que hoy jueves realizarán una jornada de limpieza, teniendo en cuenta que la población y los comerciantes acumularon residuos sólidos en la víspera.