Los Andes

La ciudad de Juliaca vivió el Qashwa de San Sebastián, que ha contado con la participación de los tradicionales Machuaychas y Chiñipilcos, fiesta declarada como Patrimonio Cultural de la Nación, porque es una expresión con contenido histórico y una inmensa demostración de música y coreografía, constituyéndose como una fuente de identidad.

Ayer el Qashwa de San Sebastián inició de madrugada con la salva de 21 camaretazos y luego los danzarines se trasladaron hasta el anfiteatro del apu Huaynarroque y el cerro Santa Cruz, a donde llegaron las comparsas de danzantes.

Esta danza es carácter guerrero agropastoril es resultado del sincretismo entre lo ancestral, histórico y algunos elementos religiosos integrados recientemente. En este último aspecto se observa que los alferados llevan en andas la imagen de San Sebastián.

Según historiadores, la Qashwa de San Sebastián surge del triunfo de los Collas sobre los Lupacas y se acopla a la fiesta agrícola huchuy poqoy o pequeña cosecha. Por las características propias del carnaval, esta actividad es la previa del carnaval más prolongado y fastuoso del Perú y del mundo.