Los Andes

Asusta la furia de cierta feligresía que, sin ningún pudor, convencida de que tienen la razón, lanza amenazas a diestra y siniestra, mientras repiten como en un estribillo que la supuesta ideología de género se trataría de imponer y que sería algo así como el engendro del diablo.

Definitivamente los promulgadores de una terrible ideología del odio que dicen movilizarse en nombre de Dios están cada vez más desatados y también cada vez más alejados de las enseñanzas que nos deja el segundo mandamiento anunciado por Jesús “amarás a tu prójimo como a ti mismo�.

Durante la preparación de la marcha contra una supuesta ideología de género, quienes impulsan la campaña “Con mis hijos no te metas� se han movilizado persistentemente dando muestras de contar con ingentes recursos para ello, que no se conoce exactamente de donde provienen. Un reciente reportaje de Ojo público nos da algo de luces al respecto. Dicho informe da cuenta de quiénes están detrás de la marcha y de los recursos que tienen, producto en buena medida de donaciones y del aporte de la feligresía. Así, por ejemplo, nos enteramos de que el principal orador de la marcha, Christián Rosas Calderón, hijo de Julio Rosas, congresista fujimorista, “dirige la ONG Ministerio Internacional de Desarrollo (Interdes), conducida por su padre en el pasado, y que en los últimos años ha recibido importantes donaciones de las siguientes organizaciones evangélicas norteamericanas: Flamingo Road Baptist Church, Mayo Iglesia Metodista, Morehead United Methodist Church y Partnership Missions Inc.�[1]

Mucho dinero en pancartas y en movilizar personas que han sido cooptadas por las iglesias fundamentalistas profundamente conservadoras, que tienen su propia interpretación de las escrituras y que las asumen literalmente. Estas iglesias han crecido vertiginosamente en nuestros países, aprovechándose de los miedos y la incertidumbre que han generado los cambios en nuestras sociedades, la pobreza y la desolación de amplios sectores de la población que buscan respuestas a su destino. Los discursos en estas iglesias, dirigidas muchas veces por pastores que tienen más bien objetivos individualistas e intereses propios, se centran en un conservadurismo moral que va calando en la feligresía, que de tanto escucharlo termina adoptándolo como parte de sus propios discursos, porque esto también le da sentido de comunidad.

Con medias verdades y falsedades completas, sobre un documento que apenas conocen, como es el currículo escolar, escuchando además la constante repetición de que las diversas formas de sexualidad humana no heteronormativa son “aberraciones antinaturales�, mucha de la gente que participa en estas iglesias ha mostrado su odio y su fanatismo a punto de llegar a incentivar los feminicidios, como lo hizo el pastor Rodolfo Gonzales Cruz del Movimiento Misionero Mundial. Éste dijo en su púlpito hace unos días:

“Si encuentran dos mujeres teniendo sexo maten a las dos, y si encuentran a una mujer teniendo sexo con un animal mátenla a ella y maten al animal, sea un perro o cualquier otro animal, en el nombre de Jesús. Hay poder en Jesús y en la sangre de Cristo."[2]

Estas expresiones y los posteriores reclamos de muchas personas, hombres y mujeres, y autoridades generaron que la Fiscalía de turno permanente de Lima inicie la investigación del caso, señalando que estas expresiones pueden configurar el delito de instigación masiva a cometer delito contra la vida de las personas LGTB, especialmente de las mujeres que fueron específicamente aludidas. Luego, el pastor quiso negar lo que había dicho señalando que estaba refiriéndose a los mandamientos del Antiguo testamento, diciendo: “Dios menciona la pena por inmoralidad sexual, incluyendo entre aquellos que practiquen sexo entre parientes próximos, a los que hacían sacrificios de niños, a los que cometen adulterio, a los varones que se echaban con varones y a quienes mantenían sexo con animales.�[3]

En todo caso, vale señalar que en ninguna parte de Levítico 18 habla de matar a mujeres. Lo que sí dice es que “No te acostarás con un hombre como se hace con una mujer: esto es una cosa abominable� y que “cualquiera que cometa estas abominaciones, todas esas personas serán eliminadas de su pueblo�. ¿Habrá interpretado que eliminar de su pueblo será matarlas, desaparecerlas, como se hizo en la guerra sucia, como se hace cada día en nuestros países con cientos de mujeres que mueren en manos de sus esposos, ex esposos o de un desconocido, por el hecho de ser mujeres, como sucede en México donde miles y miles de mujeres desaparecen como si se las hubiera tragado la tierra?

Por otro lado, asusta la furia de cierta feligresía que, sin ningún pudor, convencida de que tienen la razón, lanza amenazas a diestra y siniestra, mientras repiten como en un estribillo que la supuesta ideología de género se trataría de imponer y que sería algo así como el engendro del diablo.

“Son una pequeña minoría que los vamos a pisar como langostas, como dice la palabra, como langostas, - se escucha un amén - porque no son nada.�[4] Es ésta una sola de las tantas muestras de desprecio a los otros, a las otras, a la diferencia, la misma deshumanización que permitió que se desarrollaran tantas matanzas de personas. Los nazis llamaban häftingle (medio hombre) a los judíos. En el genocidio de Ruanda, los hutus llamaban cucarachas a los tutsis y daban mensajes por la radio en que decían que Todos los tutsis morirían y que los iban a matar como ratas. Convencerse de que el otro y sus acciones representan lo abyecto es lo que les abre el camino para la agresión, para la violencia, para el desprecio y la discriminación a las que someten a las personas LGTB, lo que se ha transformado en el leitmotiv de su campaña.

Da un poco de pena que mujeres empobrecidas, de sectores populares, posiblemente muchas migrantes, que con seguridad quieren lo mejor para sus hijos e hijas, se hayan dejado inocular el veneno de odio que propalan estas iglesias y repitan los mensajes que quieren colocar en relación a un enfoque como el de género, que se dirige precisamente a analizar las brechas que existen entre hombres y mujeres para que desde la escuela se trabaje por la igualdad de oportunidades y se desarrollen relaciones más igualitarias, para que no crean los hombres que las mujeres somos de su propiedad, pudiendo incluso violarnos y matarnos y para que las mujeres no crezcamos convencidas de que somos objeto de uso y abuso de los hombres, para que nuestras niñas puedan tener todos los sueños que quieran y hacerlos posibles.

Asusta ver la rabia de las mujeres y los hombres que se movilizan no solo presencialmente sino a través de las redes y que sin tapujos amenazan a quienes están defendiendo el enfoque de género. Un blanco de estas amenazas ha sido Flor Pablo Medina, la extitular de la Dirección Regional de Educación de Lima Metropolitana del Ministerio de Educación, quien la noche del domingo recibió en su Facebook el siguiente mensaje: “Maldita pe... te van a clavar una barreta, maestra ignorante como defiendes el dinero, te vas a tener (sic) a las consecuencias y lo vas a pagar con tus hijos por fanática, ignorante, maestra de tercera categoría...vas a ver machona te van a quemar viva.� [5]

Si se pudiera razonar y argumentar con estas personas, sin que antepongan sus prejuicios y la desinformación encapsulada en las malinterpretaciones de dos o tres párrafos del currículo educativo, y decirles que trabajar por la igualdad de género significa también que nuestras niñas, nuestros niños desarrollen seguridad y autoestima. Significa darles las herramientas para que no permitan que nadie las toque, abuse de ellas, de ellos, como lo hizo José Patiño, profesor piurano que violó a un niño de 12 años, o Gonzalo Jiménez Tucto, de 63 años, pastor evangélico de la misma iglesia que el pastor González, quien fue denunciado por realizar tocamientos indebido a una niña de 3 años, o Froilán Cutipa Mamani, profesor de música del Colegio Adventista Titicaca de Juliaca, quien abusó muchas veces de un menor de 12 años, o como Sixto Miguel Gutiérrez Alvites, quien violó a su hija delante de sus otros hijos en Ica, o como Juan Borea, que abusó de niños del Colegio Héctor de Cárdenas durante varios años, como fue denunciado hace unos días por un ex alumno adulto ya y que desencadenó otros testimonios, no solo de ese colegio, sino de otros.

Lo único bueno de esta campaña fundamentalista es que ha evidenciado que toda la movilización contra el currículo y contra la igualdad es una excusa para colocar un proyecto político que intentará hacernos retroceder en los derechos ganados, que exonerará a los poderosos sin importar que sean unos abusivos, como ha pasado con el archivamiento de las denuncias de abuso sexual al Sodalicio, gracias al voto en bloque del Fujimorismo, dando así la espalda a las víctimas. Lo bueno también es que cada día más voces y acciones se suman a la lucha por los derechos de todos, de todas, lo que hará más difícil que tanto oscurantismo pregonado por estas corrientes fundamentalistas siga haciendo tanto daño. ¡Estamos seguras que no pasarán!