Los Andes

Desde muy temprano, Juan realiza los preparativos para asistir al cementerio y visitar a su madre, quien hace dos años partió al más allá. Desde entonces, él la recuerda con gran nostalgia y, para calmar su ausencia, se traslada con un ramo de rosas hasta la tumba donde reposan sus restos mortales.

Durante su travesía nota que muchas personas en similares condiciones realizan la misma actividad, en la celebración de Todos Santos, una fecha festiva en la que existe la mezcla de los vivos y los muertos, bajo la tradición andina y cultural.

Según el antropólogo Luperio Onofre, “Todos los Santos� es una respuesta a la necesidad sociocultural de los pueblos, cuyos pobladores realizan una serie de rituales para recibir a sus muertos o “almas� que pasaron a una nueva vida; para ello, desarrollan una preparación de recibimiento el 01 de noviembre.

TÓMBOLA
Durante tres años consecutivos, refiere Onofre, los familiares preparan a sus “almas� para que puedan ingresar al nuevo mundo, donde permanecerán por siempre; la preparación consta de la elaboración de los tradicionales altares o tómbolas, mesas cubiertas de tantawawas, galletas, fruta, bebidas y comida que hayan sido del agrado del almita que recuerdan con nostalgia y alegría.

SIMBOLOG�A
Las harinas blancas de trigos, cebada, maíz y quinua representa la blancura y pureza de nuestras almas cuando nacen y la masa es la vida que cambia de forma y color hasta salir del horno, así como cambian durante la vida terrenal.

La escalera: Es utilizada por las almas para cruzar los precipicios, cerros, cercos y paredes altas, también sirve para bajar y subir del cielo.

Llamas y caballos: Son para que las almas trasladen todas las ofrendas que sus familiares les ofrecieron en el día de Todos Santos y las suban al cielo.

Paloma: Representa al Espíritu Santo, para que guíe a las almas hacia el Reino de Dios.
Perro: Es el fiel compañero que acompaña y orienta a las almas en las tinieblas, el purgatorio, buscando el camino al cielo.

Tantawawas: Simboliza al ser querido que se fue.
Conocedor de todo esto, Juan y sus hermanos hicieron la tómbola horas antes del mediodía, para que puedan recibir entre oraciones el alma de su madre; la mesa estaba forrada de telas negras, que significan el luto que lleva la familia; además, la decoraron con galletas, maná, fruta, flores y platos de comida que más degustaba su madre cuando se encontraba en vida.

Durante la noche del 01 de noviembre, los niños y jóvenes realizaron oraciones frente a los altares en las viviendas donde existen fallecidos, y en agradecimiento los familiares les entregan galletas y algunos aperitivos.

DESPEDIDA
El 02 de noviembre, los pobladores de las zonas rurales y urbanas realizan el despecho de las almas, desde tempranas horas hasta el medio día.

Según los antepasados, el despacho de las almas pequeñas se realiza en horas de la mañana para que los bebés y niños puedan regresar sin dificultades al mundo de los muertos, caso contrario se extraviarían en el camino de retorno e incluso llegarían a condenarse, lo que no sucede con las almas adultas, que pueden partir al promediar las 12:00 horas, expresó el antropólogo Luperio Onofre.

Como es costumbre de cada año, hoy centenares de familias abarrotarán los cementerios de Yanamayo y Laykakota, para visitar y despedir a sus almas en medio de oraciones y música que agradaba a los difuntos.
Durante la mañana de ayer, los familiares arreglaron y pintaron los nichos como forma de agradecimiento por el tiempo compartido en vida; niños y jóvenes traían cántaros de agua y escaleras para facilitar el trabajo a quienes ofrecían los ramos.