Los Andes

La desaparición del gran maestro puneño Edgar Valcárcel, músico creativo y académico de gran prestigio, ha motivado hondo pesar en los círculos especialmente ligados al quehacer cultural y de puneños radicados en la Capital de la República. Docente de muchas universidades y conservatorios en el mundo entero, profesor en el Hunter College de Nueva York y la Mc Gill University de Montreal, ex Director del Conservatorio Nacional de Música de Lima, Valcárcel es considerado para la crítica especializada como el más grande compositor peruano de música académica contemporánea. Deja entre lo principal de su producción, según entendidos, a sus composiciones para orquesta, "Queñua" (arbusto Alto andino), "Estudio Sinfónico", "Hiwaña Huru" (Día de morir, en aimara) y "Dicotomía". Deja también a “Un Karabotas� para Soprano y Orquesta; "Canto Coral a Tupac Amaru" sobre el texto del poeta peruano Alejandro Romualdo, por Coro, Orquesta y sonidos electrónicos. Entre su abundante creación se encuentran asimismo el “Concierto por Piano y Orquesta�, “Concierto por Guitarra y Orquesta�, “Concierto por Violonchelo y Orquesta�, “Homenaje a Manuel de Falla� para soprano y banda, “Madre Coraje� y “Andahuaylillas� para órgano; además, la obra "Travesía por el Perú", el cuento sinfónico "Zorro Zorrito" y las cantatas “Ojos azules� y “Hanac Pachap�. Su despedida final, el último viernes, en un cementerio de La Molina, convocó a un inusitado -por amplio- público compuesto mayormente por artistas e intelectuales, así como connotadas figuras de la comunidad musicóloga del país y por puneños que, como todos, han sentido gran consternación por la irreparable pérdida de uno de los grandes de la cultura nacional y puneña. Asistieron a las exequias el pleno de docentes y alumnos del Conservatorio Nacional de Música y de la Escuela Nacional de Folklore José María Arguedas, estos con un numeroso conjunto de sikuris. Algunos de los intelectuales puneños avecindados en Lima, expresaron así sus conceptos sobre la personalidad y obra de Edgar Valcárcel Arze:

AMÉRICO VALENCIA: Con Valcárcel termina una época

El maestro Edgar Valcárcel fue el más técnico de los músicos puneños. Con estudios en Nueva York y Buenos Aires tuvo una vasta producción musical de diversos estilos. Con él, si se quiere, termina una época. Con la congoja de su partida, persistamos en lograr una música andina de alto nivel que a su modo él persiguió. Esta vendrá a su tiempo cuando los propios andinos estén en grado de producirla.

JOSÉ LUIS AYALA: Injusta ausencia de Edgar Valcárcel

Si hay un concepto con el que se puede definir la música de Edgar Valcárcel, es que se trata de una moderna expresión andina vanguardista. Supo aliar la pluripolaridad musical que proviene del lenguaje ancestral altiplánico, a una renovada creación cósmica y a la vez clásica. De modo que sin dejar de ser un permanente innovador, es un músico con el que termina una época y empieza otra. Los músicos puneños del futuro tendrán que estudiarlo para no repetir lo que ya ha creado. Al igual que Teodoro Valcárcel, su tío, ambos supieron universalizar lo mejor de la música puneña. Eso les debemos a los Valcárcel y todo homenaje, siempre será un desagravio frente al olvido al que parece estar condenados.

ADOLFO HUIRSE: Se cierra un capítulo en la música puneña

La muerte de Edgar Valcárcel Arze cierra uno de los más vigorosos, fecundos y académicos capítulos en la música puneña y nacional a las que entregó su vida. En cuanto a Puno, al alimón con su amigo de siempre, el también laureado músico puneño Virgilio Palacios Ortega, publicó antologías y estudios melografiados que le abrieron a la música altiplánica las puertas hacia una mejor y cabal comprensión de sus extraordinarias naturalezas aymara y quechua. Por eso, su partida es irreparable. Seguramente muchos de sus trabajos quedan sin publicarse y otros inconclusos. Queda en sus hijos, uno de ellos también gran músico, la responsabilidad de que vean la luz para seguir roturando nuevas estelas en nuestro pentagrama nativo. Y en nosotros su luminoso recuerdo y el compromiso de apoyar la difusión de su obra.

GUILLERMO V�SQUEZ: Un orgullo de puneño, explícito y rotundo

Se nos ha ido Edgar, amigo cabal que fue por derecho propio, uno de los más grandes compositores peruanos. Autor prolífico; su vasta obra musical supera el centenar de composiciones, muchas aún inéditas. En el fondo de no pocas de aquellas están presentes -como sello indeleble- reminiscencias de nuestro altiplano, del Titicaca y sus totorales, de la gente de Puno, de los ricos valores culturales de Puno, en los cuales puso simiente y afanoso cultivo, mucho más allá de las palabras y de la búsqueda de notoriedad.

Amó y cantó apasionadamente a todo lo que encierra la puneñidad. Jamás perdió ni por asomo su identidad puneña. Al contrario, en cuanta ocasión se le presentaba (y tuvo muchas dentro y fuera del país), sacaba su orgullo explicito y rotundo de ser puneño.

Su bien merecida fama de gran autor de bella música, le hizo merecedor, entre otros destacables premios, a la Medalla de Honor del Congreso de la República en el Grado de Oficial “por su destacada labor como compositor y por su reconocida y original contribución a la difusión y promoción de la música peruana a nivel internacional�. Recibió también la Medalla de Honor de la Cultura Peruana del Instituto Nacional de Cultura. Recibió también otros reconocimientos, pero en la respectiva relación no están, lamentablemente, ni la “Cantuta de Oro� ni el “Cóndor de Oro de la Cultura Puneña�, que otorgan entidades de pregonada filiación puneña.

El recuento biográfico de su vida entregada totalmente al arte y a Puno, así como la valoración de su enorme obra conocida en el Perú y en el extranjero, quedan pendientes.

JAVIER SALAS: Su obra tuvo como base las melodías y ritmos del folklore altiplánico

Los chilliguares y las Kantutas, los Qollis y los Sankayos, han percibido en esta madrugada un aire más frío y penetrante, un aire cuyos silbidos suenan a dolorosa melodía que cruza el altipampa sollozante.

Aquel artista que hablaba de la naturaleza altiplánica a través de su piano, ha partido envuelto en blanquecinas notas cual picachos de nieve y refulgentes acordes cual impetuosos relámpagos.

Edgar Valcárcel Arze, nacido para traducir en el pentagrama la cosmogonía de altipampa, nos ha dejado para unirse a la inmortalidad, dejando una enorme producción como muestra de su señera labor en el campo de la Pedagogía, la Musicología y la Composición.

En su tarea como Compositor hizo un manejo eficaz de la politonalidad y fue innovador en materia de la inclusión de sonidos electrónicos, basándose siempre en el uso de las melodías y ritmos del folklore altiplánico, folklore musical que llego a alturas insospechadas con el tratamiento académico que el les dio.

En sus obras encontraremos siempre un preciado material musical para la investigación, el análisis de las formas contemporáneas y tendremos desde luego, la ineludible tarea de difundirlas, para que sepa el mundo, como diría Nava, ...�lo que vale el Aymara�.

Hasta siempre Maestro, su generosidad, su caballerosidad y sus altas dotes artísticas lo elevan a una altura que lo colocan junto a Theodoro, en la más alta expresión musical peruana del siglo XX.

BRUNO MEDINA: Está ya en el cenáculo de los grandes compositores

Edgar Valcárcel Arze, lumbrera latente del desarrollo musical de nuestras armonías campesinas, a las que las llevó a la más alta cúspide del espacio que el arte le ha permitido, interpretándolas con un estilo personal por medio de las notas graficadas en un pentagrama, notas convertidas en sonidos por medio de los diversos instrumentos de una gran orquesta que hoy seguramente estarán siendo interpretadas por ángeles que en el cielo reciben al Maestro Edgar con muchos “Estudios Sinfónicos�, “Cantos Corales� o lo harán seguramente con la dulces y espirituosas melodías de un “Karabotas�.

Edgar Valcárcel Arze hoy está en el cenáculo de los grandes compositores no solo de nuestra tierra qollavina que alumbran desde lo alto, sino desde las cumbres universales de los grandes compositores, donde seguramente para él será el paraíso porque allí habrá llegado la paz y la concordia, actitud humana que el Maestro siempre ha buscado entre los puneños.

JESUS SANTISTEBAN: Hemos perdido un valor profesional

Edgard Valcárcel ha fallecido y la Cultura Musical de nuestra Región está condolida. Hemos perdido un valor profesional de nivel internacional, un amigo que siempre estuvo dispuesto a subrayar el adelanto de nuestra Región y, sobre todo, un Puneño amigo del viento y de las aguas altiplánicas desde Santa Rosa de Yanaque, hasta los confines de los Ayarachis de Paratía. Nosotros los puneños de todas latitudes tenemos que agradecer a Edgar su labor, su interés por resolver los múltiples problemas al frente del Instituto de Cultura Puneña, entidad de la que él fue su Presidente y reformador. Con el dolor de la pérdida de un amigo entrañable, nos unimos al homenaje que se le brinda hoy.

LUCAS CELEDONIO: Lamentamos su partida

Nuestro más sentido homenaje al gran maestro, compositor de música contemporánea, excelente pianista y pedagogo, paradigma de maestros y de aficionados y valor que enorgullece a todos los puneños. Lamentamos profundamente su partida inesperada al más allá. Desde hoy está en la memoria de los prohombres de la cultura puneña.