Los Andes

Hombre de fe, el obispo de Puno, Jorge Carrión Pavlich, conoce muy de cerca lo que significa la festividad de la Virgen de la Candelaria, sus matices, el sincretismo cultural que encierra, el fervor que despierta en los pobladores de la Ciudad Lacustre. Es por ello que, sereno, asevera que se trata de una fiesta del pueblo.

“Esta devoción a la virgen tiene otras raíces, que provienen de los inicios de la evangelización del altiplano y cuyo origen se encuentra en la devoción a la virgen de Copacabana, que es una Candelaria, y que ha tenido una gran influencia no solo en el sur del Perú, sino también en el norte de Chile y Argentina�, dijo hace unos días.

Esto, con motivo de la distinción que recibió de parte del Congreso de la República, quienes reconocieron en él a alguien que “garantiza la preservación de la religiosidad en la Festividad Virgen de la Candelaria�, lo que posibilitó a la festividad ser incluida en la lista de Patrimonio Cultural de la Humanidad de la UNESCO, el 2014.

“Agradezco la medalla del Congreso, esta distinción que no es propiamente para mí. Lo único que yo he hecho en Puno es señalar lo que la iglesia nos enseña�, mencionó Carrión Pavlich el último viernes. Y agregó:

“Es la población la que responde a este llamado, profundizando cada vez más el sentido religioso de la fiesta y tratando de recoger ese pasado rico en cultura y del modo cómo la población expresa su sentir religioso, (…) logrando sentar más la figura de María y su significado�.

Enseguida, sostuvo: “Estoy convencido de que esta devoción a la Candelaria ha sido la gran evangelizadora de todos los pueblos del altiplano y de los afines a ella; por eso no es a mí a quien corresponde esta medalla; esta medalla corresponde a los feligreses de Puno, que acogen la palabra de Dios y que hacen un esfuerzo de aceptarla y profundizarla cada vez más�.

Jorge Pedro Carrión Pavlich, nació en Tarma (Junín), el 21 de mayo de 1950; fue ordenado sacerdote el 15 de agosto de 1976, y más adelante se desempeñó como Secretario Adjunto de la Conferencia Episcopal Peruana.

El 14 de febrero de 1998 fue nombrado Administrador Apostólico de la Diócesis de Puno; luego, el 7 de mayo del 2000, fue nombrado Obispo de Puno, fecha desde la cual se desempeña como jefe máximo de la iglesia católica en las provincias de Puno, San Román, Lampa y Azángaro.