Los Andes

Muchos comerciantes de esta tradicional feria desocuparon ya la avenida Progreso, en vista que sus ventas no cubrirán las inversiones que hicieron. Ellos aseguran que esta fue una de las peores jornadas navideñas que les tocó vivir.

Doña Francisca Chalco no salió hoy en su puesto de la avenida Progreso, en la feria Wawa Katos de la ciudad de Puno. Tampoco lo hicieron sus compañeras de la base Yunguyo, quienes decidieron retornar a sus lugares de origen la mañana de ayer. El motivo fue uno: que prácticamente perdieron todo lo que invirtieron.

“No pusieron reflectores; además, el sitio donde estábamos era muy escondido�, dijo doña Francisca antes de irse, un tanto afligida como resignada. Ella se ubicó durante casi una semana cerca de la intersección de las avenidas Progreso y El Sol.

En ese lugar, efectivamente, la afluencia de público fue escasa, pese a que la noche del 24 los pobladores puneños, en un acto sorpresivo incluso para los propios comerciantes –pues creían que no se daría tal cosa–, abarrotaron la feria, comprando diversos productos o simplemente paseando.

Así pues, doña Francisca y su hija, quienes pernoctaron en su puesto de venta desde el 17 de diciembre pasado, fracasaron estrepitosamente. Lo mismo que su compañera Yackeline Chunga, quien también abandonó la feria ayer, aunque criticando, como muchos otros comerciantes, el accionar de la comuna puneña, que no supo o no quiso apoyarlos.

A propósito de ello, doña Nieves Carpio, la presidenta de la base Pucará (Lampa), sostiene: “Somos una feria tradicional, que no incita los excesos ni los vicios, sino la unión familiar, la alegría; no entiendo por qué la Municipalidad Provincial de Puno no nos apoya y más bien nos deja a nuestra suerte. Me siento indignada�.

Estas declaraciones son suscritas por doña Carmen Arocutipa Quispe, la presidenta de la base Puno, quien añade que la comuna puneña hizo mal las cosas al no acondicionar el lugar, no disponer más personal de seguridad en la zona y tampoco promocionar la feria, que tiene aproximadamente 30 años de antigüedad.

“El alcalde nos ha defraudado�, dice ella, enfatizando después que quienes les mintieron fueron el gerente de Turismo y Desarrollo Económico de la comuna local, Leoncio Alemán Cruz, y el subgerente de Actividades Económicas, Pepe Araníbar Huaquisto, pues les prometieron cosas que al final no cumplieron o, en todo caso, cumplieron a medias.

A su turno, Eder Sanga Condori, presidente de la base Choquehuanca (Azángaro), que es la más numerosa de la feria, refiere: “El municipio de Puno no hace nada por nosotros�, agregando luego que con cada cambio de ubicación lo único que ocurre es el aumento de socios. “Ahora se aumentará una asociación más de Independientes�, menciona.

No obstante estos reclamos y críticas, la feria continuará hasta el 06 de enero próximo, con comerciantes durmiendo en sus propios puestos, inermes –según ellos sostienen– a la inseguridad ciudadana y con carencias diversas, como agua, luz y servicios básicos (los únicos dos que hay están al inicio y al final de la feria).

CLAVES:
La feria Wawa Katos tuvo sede en diferentes puntos de la ciudad, después de que fueran reubicados del parque Manuel Pino, donde comenzaron a expender sus productos hace más de 30 años. Ellos estuvieron en determinado momento en el jirón Oquendo, luego en el parque José Carlos Mariátegui, la avenida Floral y finalmente, ahora, la avenida Progreso.

La feria Wawa Katos comprende a 11 bases, que aglutinan a más de 535 comerciantes, los cuales comercializan productos hechos por ellos mismos y que son exclusivos para estas épocas del año. Las principales bases, o asociaciones, son las de Puno, Juliaca, Yunguyo, Pucará (Lampa) y Choquehuanca (Azángaro).