Los Andes

Según la biblia y la población cristiana, la Semana Santa es un tiempo de conmemoración y celebración de los hechos más relevantes de la vida de Jesús de Nazaret (particularmente, de su muerte y resurrección). Sin duda, pues, se trata de la celebración cristiana más importante en todo el mundo. Nuestra región, por ello, no podía ser la excepción.

En Puno, como en muchos lugares del mundo, la Semana Santa se recrea mediante oraciones, misas, procesiones, ritos e incluso escenificaciones de la crucifixión del Nazareno; asimismo, se la considera una época de recogimiento y sacrificio.

La Semana Santa comienza con el Domingo de Ramos y termina con el Domingo de Resurrección, que celebra el regreso a la vida de Jesús, quien glorificándose se aparece ante sus discípulos.

Muchos afirman que la misericordia de Dios perdona hasta el más grande de los pecados, por lo que creer en Él transforma y da salvación. Así, la Semana Santa es un tiempo de dejar las cosas terrenales y encontrarse con el prójimo, a la vez de alegrarse con el misterio de la pasión de Cristo. No obstante, es evidente que cada año que pasa esta celebración se convierte más en una costumbre banal, que es aprovechada para satisfacer placeres mundanos.

“Todos debemos entrar profundamente en esta celebración de Semana Santa; este tiempo es para recordar y reflexionar sobre la vida frente a la muerte. La fe en los puneños se va profundizando, se ve más compromiso y más esperanza, porque hay bastantes jóvenes�
Padre Miguel Briggs

“Recordamos en esta semana los pasajes más importantes de la vida de Jesús; como dio su vida por nosotros, él nos enseña que la vida que vivimos aquí no tiene fin. El Señor está con nosotros las 24 horas, tengamos esperanza, no nos dejemos vencer�
Padre Marcos Degen D

“invito a todos los creyentes a buscar a Dios con mayor ahínco, no usemos estos días para hacer cosas que no le gustan a Dios, reflexionamos, no usemos estos días para hacer paseos. Esto (Semana Santa) no nos acerca a Dios�
Padre Jorge Albeiro Ruiz

“Profundicemos nuestra fe, que esto no sea una costumbre; las costumbres son solo eso, costumbres, ¡hagamos la palabra de Dios!: perdonemos, respetemos, tomemos conciencia no solo ahora, que sea un cotidiano. ¿Somos portadores de vida si solo sembramos la muerte? Esta Semana Santa reflexionemos sobre esto, porque hacer el mal es no tener fe�.
Monseñor Jorge Pedro Carrión Pavlich