Los Andes

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A solo unas horas del día central, la avenida Floral de la ciudad de Puno luce abarrotada de artesanos, visitantes y curiosos. Esto, con motivo de uno de los más tradicionales eventos de esta parte de la región y el país: la Feria de las Alasitas, que desde este año ostenta el título de Patrimonio Cultural de la Nación.

En ese sentido, aproximadamente 1500 artesanos provenientes de toda la región ocupan casi la totalidad de la mencionada avenida, con stands de juegos que se apostaron al inicio, en la intersección con la avenida Costanera, y miniaturas de todas las clases y tipos que recorren el resto de la vía, que llega a la avenida La Torre.

Allí se pueden apreciar, por ejemplo, casas, autos, negocios, títulos profesionales, artesanías, etc., que tras la “ch’allada� respectiva, arduo trabajo y sobre todo fe, se pueden hacer realidad en el corto plazo. A ello contribuye, decisivamente, según las creencias populares, el eqeqo, dios de la fertilidad en el mundo andino.

La Feria de las Alasitas, como se sabe, es una de las manifestaciones culturales más representativas de Puno, la cual se desarrolla anualmente durante la primera semana de mayo, por lo que está vinculada a la fiesta de la cruces, fiesta muy esperada por los pobladores de esta parte de la región, que celebran a lo grande este acontecimiento.

Entendiendo eso, y porque es además un rasgo característico de la identidad cultural del pueblo puneño, el Ministerio de Cultura declaró a la feria como Patrimonio Cultural de la Nación, el año pasado, merced a la Resolución Viceministerial Nro 156-2016-VMPCIC-MC, dándole con ello especial prestancia.

JULIACA.
En la Ciudad de los Vientos, esta tradicional feria se desarrolla en los cerros Santa Cruz, Calvario y Huaynarroque, donde los artesanos se instalan multitudinariamente con días de anticipación, lo mismo que los comerciantes de comidas, parrilladas, polladas, etc.

Para muchos se trata más bien de una fiesta, pues la algarabía, la fe y la confraternidad se unen de tal manera que todos profesan las mismas creencias y recuerdan, acaso inconscientemente, aquello que nos hermana más íntimamente: nuestra cultura.

ALASITAS
Durante los primeros años de la feria, no se usaba dinero sino pequeñas piedras planas y redondas, también botones, como si se tratase de monedas, además que se recurría al trueque. Eran tiempos simbólicos que, aunque para muchos degeneró en vano comercio, todavía hoy mantiene su esencia cultural.

Alasita provienen de la palabra “Alasitay�, que en aymara quiere decir “cómprame�, palabra que es usada por los comerciantes en la feria que tiene como personaje principal al Ekeko.

27 asociaciones provenientes de diversas partes de la región participan de la feria de Las Alasitas en la ciudad de Puno