Los Andes

Pedro Pablo Kuczynski (PPK), a más de un año de gobierno, continúa aplicando el modelo económico neoliberal emprendida desde la década de los noventa. El modelo económico de PPK beneficia al capital financiero de las empresas nacionales, transnacionales y mantiene el centralismo, desigualdad, explotación y sobre todo la corrupción.

La economía peruana está paralizada, el plan económico de PPK para reactivar la economía no tiene resultados, la alianza de toda la derecha en torno a la CONFIEP (Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas), está esperando el momento oportuno para profundizar el modelo primario exportador a sangre y fuego.

Obras por impuestos y el conjunto de medidas de reactivación que el gobierno planteó no dan resultados, el gobierno ha convertido al estado en mafioso. Un ejemplo es el caso de la construcción de la carretera IRSA Sur que fue presupuestada en 920 millones de dólares y terminó costando 4,300 millones de dólares.

Las condiciones de vida de los del común ha desmejorado, sigue empeorando, no se acorta la brecha entre los que tienen más y los que tienen menos.

Existe una deslegitimación de la democracia a nivel nacional por la crisis del Estado, originado por la derecha política con los escándalos de corrupción que imperan del caso Lava Jato, empresas brasileñas como Odebrecht, Camargo y Correa, OAS y nacionales como Graña y Montero y otras 31 empresas, donde se involucra a redes mafiosas y al presidente PPK, Abogados, funcionarios del Estado, expresidentes Fujimori, Toledo, Alan García, Ollanta Humala y la candidata presidencial Keiko Fujimori, de esta forma queda al desnudo las entrañas de la derecha neoliberal, todos sumergidos en la corrupción.

El gobierno de derecha ha demostrado que es débil, está comprobado que son lobbystas y PPK es incapaz junto a los tecnócratas para manejar las crisis que se les ha presentado. Un ejemplo es la huelga nacional de los maestros, quienes pidieron la renuncia de la ministra de Educación y el gobierno se los negó, luego piden al Congreso de la República les dé el voto de confianza; al ser negado, se cambió todo el gabinete.

El enfrentamiento político entre el Congreso y el Ejecutivo, demuestra el interés de controlar algunos estamentos del Estado para saquear y beneficiar algún clan familiar o algún grupo político neoliberal. De la misma manera, el indulto al expresidente Fujimori es manoseado, con la alianza apra-fujimorismo y el gobierno; se fortalece la derecha y están esperando el momento oportuno para ejecutar el plan de indulto y así proteger a PPK de las acusaciones de corrupción que pesan sobre él.

En el campo del común hay una dispersión y marginalidad, las organizaciones políticas se preparan para enfrentar los nuevos tiempos que vienen.

Los presuntos actos de corrupción del expresidente Ollanta Humana y de la exalcaldesa Susana Villarán dejan en la marginalidad a la izquierda, porque muchos sectores apoyaron abiertamente y hoy están involucrados en presuntos actos corrupción por el caso Odebrecht.

La reactivación de resistencia y lucha en algunos sectores del común, no involucra necesariamente a sectores de la izquierda legal, sino son sectores que vienen impulsando luchas desde las bases, como es los sectores sindicales, maestros, los jóvenes, campesinos, nativos, la mujer, aún débiles en este momento, pero deslindando con el burocratismo y la corrupción dentro de los sectores de izquierda legal.

La correlación de fuerzas tendrá que ser cambiada para enfrentar al neoliberalismo, esto implicará que los del común acumulen fuerzas políticas y sociales, reconstruyendo las organizaciones naturales del común, eliminando el sectarismo y burocratismo en el trabajo del frente para integrar una propuesta de construcción de una nueva sociedad.