Escribe: Edgard Norberto “Beto” Lajo Paredes
La tímida Unión Europea está fuera de las negociaciones para el fin de la guerra de Rusia y Ucrania, por decisión de Trump y Putin; el invasor de la ex república soviética, se allana a conversaciones de paz ¿por táctica o cansancio? Inglaterra, está equidistante de las determinaciones de la Casa Blanca, y sus efectos en el viejo mundo, porque, no le alcanzan, y, está retirado de ese Estado Supranacional. El Foro de Sao Paulo, el Alba chavista y el Grupo de Puebla, no proponen ninguna alternativa, a las medidas ejecutivas del presidente norteamericano: imponer aranceles, soslayar los TLC. Gustavo Petro, desafió al gringo, éste habló de aranceles, para Colombia, el ex guerrillero, se arrepintió, dio marcha atrás, recibiendo a los migrantes colombianos expulsados del país del norte. Hasta los BRICS, siguen sin responder a las advertencias de Trump de implantarles el 100 % de aranceles si se atreven a crear otra moneda internacional diferente al dólar.
En el conflicto judío – palestino, del Medio Oriente, el reciente presidente de EE.UU., abiertamente, se ha puesto de lado del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, incluso, enérgicamente, le ha pedido al grupo Hamas, cumpla los acuerdos de liberación de rehenes, con la amenaza de desatarse el infierno, si hace lo contrario. En el Parlamento español, representantes del derechista Partido Popular, le enrostraron al presidente Pedro Sánchez, del izquierdista Partido Socialista Obrero Español, de ser el culpable que EE.UU. imponga a España aranceles, por llevarse mal con Trump, a diferencia de la canciller italiana Georgia Meloni que, por caerle bien a Trump, éste no va a poner aranceles a productos de Italia. En Sudáfrica, los habitantes blancos, se han manifestado públicamente, en apoyo a Donald Trump, han denunciado racismo del Gobierno Sudafricano contra la minoría blanca, como pidiendo ayuda al gobernante de Norteamérica.
De la Guerra Fría de EE.UU. – ex URSS, se transitó por el Consenso de Washington, luego, a la efímera Multipolaridad; ahora se asiste a la Guerra Comercial EE.UU. – China, y a la unipolaridad estadounidense. Reconstruyamos el Interamericanismo democrático sin imperio, tesis hayista realista y vigente.