HUARACAZO
Escribe: Héctor Tintaya Feria
Luego que Southern decidiera reiniciar sus operaciones con memorándum a sus trabajadores, delimitaciones, trabajos de campo y auspicios de los gobiernos central y regional, el río Tambo aparece seriamente contaminado poniendo en riesgo no solo los sembríos del Valle de Tambo sino la salud misma de los 60 mil pobladores que viven en toda la provincia de Islay. Aunque fue la minera en cierre Aruntani la causante, la gente parece asociar todo a Southern, como si su pasado cargado de relaves y contaminación lo condenarán por siempre.
Aruntani ha tenido estos episodios en varias épocas y sin embargo parece tener impunidad pues de cuando en cuando vuelve a suscitarse lo mismo. Como si a nadie le importara su vigilancia y sanción. La gente del valle de Tambo se pregunta. Si esto sucede con una mina impune en territorio alejado, en otra región, ya sin operaciones y menor a la dimensión de Southern, es lógico pensar que Southern repetirá la historia. Además sus antecedentes en Moquegua son los mismos de Aruntani, qué puede acreditar qué, por pura magia o bendición divina, ahora sí respetarán el medio ambiente. Más aún que empoderados del poder político que los bendice, se ha anunciado que ya no utilizarán agua de mar sino el agua de estas cuencas aledañas.
Por eso las protestas iniciales que no eran numerosas y estaban pasando desapercibidas, ahora con la contaminación con hierro, arsénico, cadmio, boro en doce mil por ciento más de lo permitido para la salud de los habitantes, han activado los cuestionamientos de la población y se ha vuelto a encender en mayoría el rechazo al riesgo inminente si se activa el proyecto Tía María.
El gobierno anuncia hace días una declaratoria de emergencia que tarda mucho por un cálculo político por las protestas anunciadas producto del mensaje presidencial. Ayer domingo el ministro de Agricultura, el gobernador y las autoridades de la provincia han sido seriamente cuestionadas en el distrito de Deán Valdivia a dónde fueron a anunciar el decreto y las promesas tan acostumbradas, manipuladas y nunca efectivizadas como son la construcción de la represa, las sanciones a los contaminadores y la evaluación de la salud de los pobladores.
Pero el daño y el incendio de la protesta parece haber tenido el combustible esta contaminación del río Tambo y traer a la memoria la historia de Southern que, con este panorama tendrá que seguir esperando si es que no desiste, sino tendrá otro evento sangriento en la zona. [email protected]
