El 2024 cierra con 18 conflictos de los cuales 16 son activos y 2 latentes según informó el defensor del pueblo Jacinto Ticona. El 2023 cerró con 14 conflictos, sin embargo, el presente año fue mucho más estable para la región.
Se debe indicar que el 2023 estuvo marcado por la reacción de los puneños luego de la matanza perpetrada por el gobierno en Juliaca y los asesinatos en Ilave y Macusani.
2023 AGITADO
Tras la matanza de enero las movilizaciones se hicieron masivas.
En enero de ese año se movilizaron hasta 16 mil 388 personas la primera semana de febrero. En la semana del 6 al 12 de febrero la cantidad aumentó hasta 26 mil 720 y luego descendió en las siguientes semanas.
La festividad Vírgen de la Candelaria, evento que genera movimienteo económico, se suspendió por pedido de varios delegados de conjuntos generádo grandes pérdidas economicas.
2024 “NORMAL”
El 2023 cerró con 14 conflictos sociales número que se mantuvo con pequeñas variaciones.
En octubre el reporte de conflictos sociales se elevó a 18 con lo cual la región Puno se mantuvo en tercer lugar entre las regiones el Perú si se consideran los conflictos sociales.
El conflicto nuevo se originó por la obstrucción de una tubería de desague que afectó a las comunidades de Chinchera y Ocopampa e ingresen al rio Kala Jahuira.
Jacinto Ticona destacó que, gracias a las acciones de alerta temprana, se logró prevenir nueve conflictos sociales. En cuanto a las manifestaciones, se contabilizaron 157 protestas sociales a lo largo del 2024, siendo septiembre el mes con mayor incidencia al reportarse 23 movilizaciones.
RECUPERACIÓN
El jefe defensorial, Ticona, destacó que la situación económica de la población muestra signos de recuperación en comparación con el año pasado.
Según indicó, las convocatorias a manifestaciones relacionadas con la crisis política han perdido fuerza debido al cansancio acumulado. Recordó que, en 2023, las actividades locales estuvieron paralizadas por aproximadamente 45 días.
En cuanto a los conflictos socioambientales, informó que estos representan cerca del 70 % del total de disputas en la región, concentrándose principalmente en las cuencas de Llallimayo, Ramis, Suches y Coata. Aunque muchas protestas son justificadas por problemas de límites territoriales, Ticona señaló que el trasfondo real es el daño ecológico ocasionado por la minería informal e ilegal, lo que configura una agenda oculta detrás de estos conflictos.
