Escribe: J.Carlos Flores Vargas
La tarde en que el ingeniero Luis Rodolfo Pino Hinojosa reventó la cabeza a su madre y hermana (no era hijo adoptivo, según el registro civil), se iba a definir el ingreso de ambas a laborar en el centro educativo, pero no hubo amenazas previas.
A lo mucho, la hoy fallecida Edelyn Fabiola Pino Hinojosa (31) le dijo a su esposo “ Mi hermano es un poco agresivo. No sabemos qué opinará cuando le digamos que vamos a trabajar en el colegio.
NEGOCIO MEDIANO
El centro educativo Peruano Británico Francis Aston tuvo 150 alumnos matriculados en el 2023. El derecho de matrícula costaba S/ 230 mientras que la pensión mensual era de S/ 290.
Eran S/ 43 mil soles de ingreso, lo que, en Juliaca, sería un negocio mediano tirando a pequeño.
“ES VIOLENTO”
Días antes de la tragedia, la única preocupación que le comunicó Fabiola es que no sabían cómo iba a reaccionar su hermano.
Con su bebé de 7 meses era conveniente trabajar en su propia empresa, en tanto su madre, Rita Hjinojosa Monroy de Pino, quien había trabajado en la Ugel San Román había cumplido 70 años, edad del cese, pero planeaba seguir laborando en su empresa.
ASESINO ERA PADRE
En apariencia, Luis Rodolfo Pino Hinojosa (46) no era un asesino. Había administrado y sostenido con mediano éxito el centro educativo durante más de una década. Tuvo un matrimonio y luego dos hijos, una mujer y un varón.
COMO CORDEROS
Ni Rita ni su hija manifestaron algún temor de asistir a la reunión del 13 de enero. Edelyn Fabiola dio de lactar a su hijo a las a las 6: 05 pm. Sería la última vez que el pequeño recibía algo de su madre.
Poco después, se dirigieron al local de Francias Aston en el jirón San Martín de Juliaca. La cita era a las 6 de la tarde, pero llegaron cerca a las 6: 38. Fueron como corderos (no se quiere faltar el respeto).
DOS VARONES
En el escenario del crimen se dejó registro de la presencia de, al menos, tres sujetos. Uno llegó a las 5 pm, otro a las 6:11 y el tercero, un minuto después.
Uno de esos tres, salió a los tres minutos y, algunos minutos. A las 6:38 llegan dos mujeres, una de ellas con ropas que coinciden con las usadas por Fabiola.
El último mensaje de su celular fue enviado al de su esposo a las 7:50 de la noche. “Mi hermano se fue arriba y nos ha dejado solas”, le dice.
EL ARMA
Ese “arriba” era el cuarto piso donde Luis Rodolfo tenía varias pesas, entre ellas una de 2 kilos y medio que fue hallada impregnada de sangre el día siguiente.
EL ASESINATO
Lo que se dijo o no se dijo en esa reunión quizá nunca se sepa. La policía tiene aún más información sobre las idas y venidas dadas esa noche, pero no es prudente revelarlas.
Lo hallado por los peritos cuenta un actuar frío y sorpresivo. Apuntaron a la cabeza.
La cabeza de Rita fue destrozada a golpes. Recibió 6 golpes con una pesa de dos kilos y medio. A su hija le fue similar. Tiene tres golpes del mismo tipo en la nuca y dos en la región parietal.
EL CUÑADO
Aparentemente todo esto sucedió entre las 7 y 10 pm. A esa hora se ve a un varón que sale del local y se dirige, aparentemente a la casa de Fabiola, supuestamente a eliminar a su esposo.
De ahí el relato es extraño. Esto debe ser pensado dos veces: una persona que mató fácilmente a dos mujeres, no pudo matar a un hombre dormido.
¿Cómo entró? Además, en su relato, brindado a los medios de comunicación, existe una serie de situaciones por lo menos “llamativas” que Los Andes revelará en las siguientes ediciones.
Dato
En la víspera le dieron 9 meses de prisión preventiva al único sospechoso de momento.
