Escribe: Oscar Pareja Castro
¿Acaso deben arribar las lluvias para descubrir el pésimo manejo de nuestras autoridades en infraestructura vial, sector educación, salud y hasta en la agricultura? Esta es la realidad de un país como el Perú en aras de desarrollo, pero que poco se trabaja para salir del subdesarrollo.
Son las lluvias que les ha quitado la máscara a más de una autoridad a nivel nacional y ni qué decir en las regiones como Arequipa y Puno.
Pedazos de techos que se caen en colegios y centros de salud, filtraciones que comprometen ambientes en estos sectores, son una muestra de que más un gobernador u alcalde no está haciendo su trabajo. Pero, el asunto no queda ahí.
Establecimientos de salud como el hospital Goyeneche que se inunda a cada nada o que tiene un sistema de desagüe que colapsa en el interior de ambientes de hospitalización es un tremendo agravio a los usuarios del sistema de salud.
La historia no termina ahí. Puentes colapsados, en mal estado y vías que dan lástima para vergüenza de los visitantes extranjeros. No es posible que Covisur en la ruta entre Juliaca e Imata tenga sangre en la cara para cobrar peajes, cuando la carretera es un escenario lunar, que en el mejor de los casos solo malogra las unidades vehiculares.
Nadie lo quiera, pero en este escenario, un accidente mortal es casi un hecho que ocurrirá si es que no se corrige con inmediatez este abuso. Lo mismo pasa con los gobiernos locales.
Los alcaldes distritales, los provinciales, pasan piola con una infraestructura vial que da pena y que solo demuestra la mediocridad con la que laboran nuestros alcaldes.
A ver si alguien en el Ministerio Público y Contraloría pone orden a tanta impunidad de alcaldes y gobernadores que andan de vacaciones o viajecitos al extranjeros, olvidándose que el sueldo que reciben y el de todos sus salameros es pagado por los ciudadanos.