Ya ni disimulan. La Contraloría General de la República acaba de comprobar que el ingeniero Leoncio Antonio Aguilar Lipa se dio el lujo de ser el residente de la obra de construcción del parque Lizandro Luna en Azángaro y, poco después, ser uno de lo que recepcionaron la obra, lo que se conoce como actuar de “juez y parte”.
En documentos se precisa que el mencionado ingeniero fue encargado como residente de obra desde el 12 de agosto del año 2024. Para ese entonces, el mencionado también se desempeñaba como subgerente de Obras y Mantenimiento de la comuna azangarina.
En esa situación, en diciembre del año 2024 que elaboró uno de los informes de obra y se lo dirigió a… sí mismo. Posteriormente, en enero del año 2025, el municipio conformó el comité de recepción de obra.
De acuerdo a la directiva, el responsable de la oficina de supervisión y liquidación de obras debía presidir dicha instancia, pero de forma llamativa, la presidencia acabó en manos del ingeniero Leoncio Antonio Aguilar Lipa, en su calidad de subgerente de obras.
Sin vergüenza alguna, el día 20 de enero suscribió el acta de recepción de obra en su calidad de presidente del comité de recepción y como residente de obra.
S/ 100 MIL EXTRA
El monto viable era de S/ 267 mil 366, pero terminó costando S/ 400 mil, una diferencia superior a S/ 100 mil. En el sistema de seguimiento de inversiones SSI, se indica que el inicio de la obra fue el 6 de marzo del año 2024. Es decir se tomaron casi un año.