Medicina Legal de San Román intentó restar importancia al error garrafal de certificar como fallecido a un paciente vivo, tachándolo de “error involuntario” . Úrsula Sandoval, jefa encargada, argumentó que el fallo ocurrió el 4 de septiembre por un “traspapelamiento de documentos”, pero evitó asumir plena responsabilidad institucional.
El responsable del certificado erróneo sería Milton Edgar Condori Quispe. Sandoval explicó que la confusión surgió al mezclarse documentos con una necropsia simultánea, aunque el error solo se detectó cuando el paciente falleció realmente el 8 de septiembre.
El sistema SINADEF bloqueó emitir un nuevo certificado por el registro previo. La funcionaria minimizó la negligencia y culpó indirectamente a la familia del paciente, por no informar el incidente a tiempo; sin embargo, omitió explicar por qué la institución no corrigió el error. Sandoval descartó actos de corrupción y defendió al médico legista.