El sueño de tener el cuerpo y rostro perfecto muchas veces acaba en pesadilla. Más de una persona ha perdido la vida o ha quedado con graves secuelas por someterse a operaciones o cirugías estéticas, cuyos precios elevados hoy en día han dejado de ser una traba.
Los biopolímeros a diferencia de los implantes mamarios, son sustancias que se inyectan directamente en la piel y sin membranas que lo aíslen. Estos compuestos han sido utilizados para el relleno y aumento de diferentes partes del cuerpo (glúteos y cara).
Pero los problemas no tardan en aparecer, según indicó el cirujano plástico del Hospital Nacional Carlos Alberto Seguín Escobedo, Giovanni Linares.
Los biopolímeros son de dudoso origen y han producido daños muchas veces irreparables en la mayoría de pacientes que han sido víctimas de estos procedimientos. Que generan una reacción de rechazo por el cuerpo extraño que desencadena una inflamación crónica que genera múltiples granulomas (pequeña protuberancia sobresaliente y rojiza en la piel).
DUDOSA SUSTANCIA
Frente a la gravedad de la situación, la Comisión de Salud del Congreso el pasado 23 de marzo aprobó el proyecto de Ley 2620, que regula la comercialización, uso y aplicación de los biopolímeros y afines en tratamientos corporales con fines estéticos.
Sustancias que, en un alto porcentaje, están compuestas de silicona líquida asociada a otros productos como el polimetilmetacrilato (PMMA) y para su venta han usado diferentes nombres comerciales, para ocultar su origen, como células expansivas, dimetilpolisiloxano (nombre científico de la silicona), PMMA. También los ofertan como ácido hialurónico, que no tiene relación con estos productos nefastos.
Linares sostuvo que los granulomas están constituidos por el producto que es envuelto en una cápsula formada por el organismo y por tejido previamente sano que se ha endurecido (fibrosis) alrededor del mismo como forma de defensa del cuerpo.
Lamentablemente a nivel regional, aun no existe fiscalización de parte del Colegio Médico ni de la Gerencia de Salud. En el sector continúa la informalidad y solo priman los deseos de lucrar con los ideales de personas que quieren tener el cuerpo perfecto, pero terminan postradas en una cama o fallecen en los quirófanos.
Si bien, las infecciones suelen ocurrir durante las primeras semanas, las reacciones comunes generan diferentes síntomas tales como, aparición de nódulos, endurecimiento de extensas áreas, enrojecimiento de la zona, calor y ardor local. Hasta incluso producir, necrosis de la piel y el tejido graso, entre otras situaciones que originan la muerte.
CASOS CRÍTICOS
Venezuela fue el primer país latinoamericano en prohibir todas las sustancias inyectables de relleno con fines estéticos como los biopolímeros.
Giovanni Linares, detalló que por falta de conocimiento muchas personas se la inyectan de manera clandestina y cuando tienen efectos que alteran su salud, los ocultan por vergüenza.
Por citar un ejemplo… Un consultorio ´X´ ofrece rellenos dérmicos para aumentar el tamaño de los labios a tan solo S/ 200, pero la realidad es otra, cuando lugares reconocidos ofrecen esta práctica segura a $ 250 el centímetro cúbico dependiendo de la marca”, explicó.
Pese a que no existen cifras oficiales de cuantas personas se han inyectado biopolímeros, el especialista ha tratado a unos 10 pacientes que acudieron a su consultorio en busca de ayuda.
Para este tipo de situaciones, no existe una cirugía que logre retirar todo el producto y se requiere de una incisión para retirar el tejido muerto. Pese a los esfuerzos la reconstrucción no cubre la deformación, lo que disminuye la calidad de vida de los pacientes.
SIN CONTROL
En el Perú, hasta hace unos meses no existía una norma legal o específica sobre la calidad y seguridad de los biopolímeros. Pero ahora, el proyecto también dispone que las personas que infrinjan la ley sean sancionadas con pena privativa de la libertad no menor de cuatro años ni mayor de ocho años.
Además, que la aplicación de sustancias de relleno con fines estéticos y terapéuticos podrá ser realizada solo por cirujanos plásticos colegiados y con productos autorizados por la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid) del Ministerio de Salud.
Asimismo, la prohibición se extiende a todo tipo de tratamiento corporal con fines estéticos que se realice en hospitales, clínicas, centros de salud o establecimientos que brindan servicios de la salud, instituciones de formación en cosmetología y establecimientos que expenden productos afines.