El verano está a la vuelta de la esquina, y el consumo de pescado suele incrementarse en esta época del año. En cebiche, tiradito, a la plancha o sudado, son algunas de las opciones favoritas en los hogares peruanos.
Pero para evitar problemas de salud y aprovechar al máximo sus altas propiedades nutricionales, es importante comprar el pescado fresco en óptimas condiciones y en lugares de confianza donde se apliquen buenas prácticas de expendio.
D’Janira Paucar, nutricionista del Programa Nacional “A Comer Pescado” del Ministerio de la Producción, brinda algunas recomendaciones a considerar:
- La piel del pescado debe ser brillante y el músculo debe ser firme. De ser necesario, solicitar al expendedor del puesto, provisto de guantes , que efectúe el ejercicio de presionar la piel del pescado y si vuelve a su sitio de manera rápida, es signo de que está fresco.
- Los ojos del pescado deben ser brillantes, transparentes y saltones.
- Las agallas deben ser de un color rojo intenso. No hay que comprar productos con agallas de color pardo o gris.
- El olor del pescado debe ser agradable, característico a la brisa de mar.
- En caso de tener escamas, estas deben ser brillantes y estar firmemente adheridas al cuerpo del pescado.
- De acuerdo a la norma sanitaria (DS 040-2001-PE), en el lugar de expendio el pescado fresco siempre debe comercializarse rodeado de hielo para que se mantenga a una temperatura cercana a los 0 ° c.
- La norma también establece que el hielo que se utilice para mantener el pescado debe estar limpio y molido, almacenado de manera higiénica y elaborado a partir de agua potable. Además, la mesa de exhibición tiene que ser lavable, de material inoxidable y nunca de madera para evitar la propagación de bacterias.
- El pescado debe ser la última compra que se realiza en el mercado para reducir el riesgo de contaminación y contribuir a mantener su frescura.
- Asimismo, se recomienda que el vendedor no mezcle el pescado entero con los filetes.