Luego de haberse confirmado hace algunos días la reproducción de la rana gigante del (lago) Titicaca por la República Checa, el Zoológico de Praga, se sumó a los esfuerzos por conservar esta especie con un programa especial de reproducción.
Según explicó Petr Velenský, responsable de la cría de reptiles y anfibios del zoo praguense, el objetivo del programa que dirige es criar a la rana gigante y mantenerla “entre cinco y diez generaciones”, ante el riesgo de que no se logre recuperar la especie en su hábitat normal, el lago Titicaca.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) introdujo en 2004 a esta rana acuática, la más grande que se conoce, en su Lista Roja de especies amenazadas, pues la considera “en peligro crítico”.
Aunque su consumo está prohibido, la caza y el comercio clandestino de este animal siguen siendo considerables, pues es apreciado desde la época precolombina para la elaboración de diversos platos y jugos supuestamente afrodisíacos.
Lamentablemente existe población local que también la usa para fines terapéuticos al considerar que fortalece el sistema inmunológico, combate el cáncer y aumenta la potencia sexual.