Gonzalo Quijandría, director de Asuntos Corporativos de Minsur, comenta sobre el papel de la minería en el actual estado de emergencia y cómo impacta la crisis económica. Además, explica cómo será el eventual reinicio de operaciones de la mina San Rafael, pasado el periodo de aislamiento.
¿Cuánto impacta económicamente que la mina San Rafael no esté produciendo?
Impacta bastante en todos los niveles: para la empresa y sus trabajadores; para nuestra cadena de valor, es decir, nuestros proveedores; para la economía local e incluso para la regional, sabiendo que San Rafael es uno de los motores económicos de la región Puno.
¿Se reiniciarán operaciones este 13 de abril?
De autorizarlo el gobierno, será un proceso paulatino. Lo primero es implementar todas las medidas necesarias en sanidad y prevención para evitar contagios por coronavirus de nuestros trabajadores y de la población local. En estos días, nuestro trabajo se ha enfocado en alinear nuestros protocolos con las exigencias del Minsa y las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
¿Cómo garantizarán la sanidad en el reinicio de operaciones?
Mientras dure la emergencia sanitaria nacional que, en principio, es de 90 días, regirá el protocolo especial que hemos diseñado, que contempla medidas que van desde la movilización de trabajadores, los controles de salud permanentes, medidas para el aislamiento y distanciamiento social en los transportes, alojamientos y frentes de trabajo. Tenemos un capítulo especial de cumplimiento en los poblados y comunidades.
¿Desde su perspectiva, se viene una crisis económica en Puno?
No es que se venga, la crisis ya está aquí, para Puno, para el Perú y para todo el planeta. No somos ajenos a esta. Los precios de los minerales se han desplomado, y súmale a eso la paralización de la producción. Sin embargo, como Minsur vamos a hacer todo el esfuerzo necesario para que la economía de los distritos donde operamos no sufra tanto. Queremos preservar y promover el empleo local, continuar con la inversión social, etc. Pero ahorita, lo más importante es la salud de las personas.
Hay opiniones divididas de si la minería debe operar…
Lo entendemos. Durante el estado de emergencia paralizamos nuestra producción y solo operamos las actividades críticas. Aún debemos esperar el pronunciamiento del gobierno sobre el reinicio, pero, como dices, hay dos posiciones: mucha gente nos llama desesperada porque tiene negocios que dependen de la operación minera, o ya quieren trabajar porque necesitan ingresos. Pero también hay otro grupo de gente que tiene temor, y eso es comprensible. Por eso es que estamos trabajando los protocolos y adaptando todos nuestros procedimientos a estos. Vamos a ir gradualmente.
¿Es la minería una actividad esencial?
Yo recomiendo no entrar en estas polémicas que tienen un trasfondo ideológico, que no debería avivarse en estos momentos en que todos debemos remar en una misma dirección. Los enemigos comunes son el coronavirus y la crisis consecuente. La minería es tan esencial como todas las actividades económicas que necesitaremos reactivar para superar la crisis. Hablar de actividades económicas excluyentes no tiene sentido: tan importante es la agricultura y la ganadería, para alimentarnos, como la minería que inyecta recursos financieros para el país.
¿Cómo ha contribuido Minsur durante la emergencia?
Estamos siendo muy activos en esta coyuntura. Creemos que, como ciudadanos, como empresa y como grupo tenemos una gran responsabilidad social que cumplir. Hemos participado en la compra de 500 mil kits de tests de descarte y también en un fondo para adquirir equipos médicos.
Mucha de esta ayuda queremos direccionarla a Puno. Como grupo, estamos promoviendo la fabricación nacional de respiradores mecánicos. Por otra parte, hemos entregado ayuda humanitaria en diversas localidades alrededor de nuestras operaciones, así como donaciones de material médico y de higiene.
¿Algún mensaje adicional?
Como peruanos hemos superado crisis terribles: epidémicas, económicas, políticas, guerras, catástrofes naturales. Y siempre hemos prevalecido. Este desafío del coronavirus es global, sin precedentes en la historia, pero el Perú, creo yo, es uno de los países que mejor lo está asumiendo. Y eso va más allá de nuestra experiencia o de nuestra espalda financiera. Es porque estamos muy unidos en esto, con una clara estrategia. Cuando las circunstancias lo requieren, somos más fuertes que las adversidades. Vamos a salir adelante más fortalecidos y solidarios, seremos referentes para el mundo.