Esta es una de las tareas que los propietarios de una de estas mascotas desean que se realice lo antes posible. Pues deberías saber que tu preocupación prácticamente es innecesaria. El gato es un animal muy independiente y necesita intimidad para hacer sus necesidades.
En este caso, la cuestión depende más de ti. Debes elegir el sitio apropiado para que tu mascota se sienta cómoda y el lugar le resulte íntimo. Para fomentar la costumbre, que es básicamente natural en ellos, no pongas la caja de arena cerca de su comida y su agua. Son muy escrupulosos.
Procura elegir el arenero adecuado para tu gato y evita colocarlo en una zona de paso, por donde exista mucho trasiego que impida a tu amigo acceder a su arenero con tranquilidad. Tampoco es una buena idea complicarle el acceso colocando el artilugio en sitios altos o difíciles de llegar.
Procura dejar a tu gato dentro del arenero cada vez que haga una de sus comidas, esto le ayudará a asociar el comportamiento con el acto que deseas que aprenda.
Limpia la arena con frecuencia, mejor si es a diario. Somete la caja de arena a una limpieza profunda una vez por semana. Tira la arena sucia, lava el recipiente con agua y jabón y recárgalo con arena nueva.