Casi la matan. La humilde madre de familia identificada como Pastora B.M. (51) denunció que su expareja la habría intentado asesinar y que incluso golpeó a su hija menor.
Cansada de las constantes agresiones que sufría, ella tomó la decisión de hacer una denuncia pública, considerando que en el último ataque terminó con fracturas en el brazo. Además, dijo temer por su vida y la de sus hijas.
Según reveló, todo se debería a unos terrenos en la comunidad de Chingora, en la jurisdicción del distrito de San Miguel (San Román).
VÍCTIMA
Doña Pastora dijo que el último jueves su exconviviente, llamado Eustaquio Pari Apaza, llegó en su camioneta hasta su domicilio, junto a un familiar, y el exigió que se retire de allí, pues el inmueble le pertenecería a él.
Sin embargo, al negarse, el varón comenzó a golpearla a ella y a sus hijas. “Nos golpearon; le quitaron el celular a mi hija y en ese momento a mí me agarró fuerte y me fracturó el brazo. Tenía miedo de que me mate; me ha pateado por todo mi cuerpo”, añadió.
Cabe indicar que la pareja se separó el 2009 por las constantes agresiones, y que en el domicilio se quedaron la mujer junto a sus hijos. “Yo soy de Coata; me dijo que me vaya de su casa. Nos separamos hace doce años: él se fue con otra mujer y siempre andaba con diferentes. Su familia lo apoya a él, yo no tengo mucha familia. Quiero justicia”, expresó.
PIDE AYUDA
La humilde madre pide garantías personales y justicia a las autoridades. “Ya no puedo hacer nada; solo estoy en la cama… para mis hijas soy una carga. Por favor, autoridades, ayúdenme”, finalizó la víctima de la agresión.
