Documentos administrativos del Congreso de la República dejaron constancia de gastos completamente innecesarios que los congresistas ocasionaron durante sus viajes al extranjero llegando incluso a consumir licor que fue pagado con el dinero de todos los peruanos.
El caso más escandaloso corresponde a la congresista Roselli Amuruz quien viajó a Washington D.C. para participar en el ParlAmericas, pero desvió su vuelo a Miami en lugar de regresar a Lima.
Amuruz afirmó que pagó con su propio dinero, sin embargo, la rendición de viáticos indicó que utilizó recursos del Congreso.
Además, un informe reveló que Amuruz presentó comprobantes por consumo de licor en sus viajes al extranjero con los viáticos del Congreso.
Mientras tanto, María del Carmen Alva defendió su elección de hospedaje en Ginebra por recomendación oficial, mientras Álex Paredes se alojó en un hotel más barato debido a un error administrativo, entre otros lujos.