El poeta Carlos Germán Belli, uno de los más destacados y antologados autores peruanos, así como traductor y periodista, falleció este sábado 10 de agosto a la edad de 97 años. El poeta peruano obtuvo el Premio Nacional de Cultura en 2016.
Fue miembro de la generación del 50 y galardonado con el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda en 2006 y el Premio Casa de las Américas de Poesía José Lezama Lima en el 2009 por su obra “El alternado paso de los hados”.
En 2011 fue honrado con el Premio Casa de la Literatura Peruana en reconocimiento a su constante creación de versos impregnados de un imaginario único, donde representaba el entorno familiar e imágenes tan evocadoras como el ‘hada cibernética’ o la invención de términos como el ‘pesapalabras’.
Hijo de Rómulo Belli Richetti y Pilar de la Torre Cabrera, Carlos Belli fue nieto de Carlos Belli Core, un italiano que llegó al Perú en 1878 y se dedicó a la arqueología. Sus primeros años escolares los pasó en Ámsterdam, donde su padre era cónsul. Al regresar al Perú, continuó y finalizó su educación en el Colegio Italiano Antonio Raimondi de Lima entre 1935 y 1945. Se graduó como bachiller en 1978 y como doctor en Literatura en 1980, con una tesis sobre ‘La poesía de Oquendo de Amat’.
Durante muchos años, Carlos Germán Belli trabajó transcribiendo documentos para el Senado, empleo que consiguió gracias a los poetas parlamentarios José Gálvez Barrenechea y Alcides Spelucín. La primera fase de su poesía, entre 1950 y 1960, está marcada por esta experiencia en el Parlamento, que refleja sentimientos de fatalidad y desilusión. Al dejar su labor burocrática su perspectiva se amplió y su fe religiosa se fortaleció, lo que influyó en su obra, volviéndose más afirmativa.
Junto a Blanca Varela, Jorge Eduardo Eielson, Wáshington Delgado, Francisco Bendezú y otros, Carlos Germán Belli es reconocido como un maestro y artista. Su obra debut fue publicada en 1958, bajo el título de ‘Poemas’, cuando tenía 31 años.
Un año después, en 1959, se casó con Carmela Benavente-Alcázar Suárez, y de esta unión nacieron dos hijas, Pilar y Mariella. En 1962 fue galardonado con el Premio Nacional de Poesía por su colección de poemas ‘¡Oh hada cibernética!’.
Fue admitido en la Academia Peruana de la Lengua en 1980, donde presentó su discurso titulado ‘Eguren, el recóndito’. Participó en el festival internacional de poesía Valmiki en Nueva Delhi de 1985. Luego, en 1987, recibió por segunda vez una beca de la Fundación Guggenheim. Ya en el nuevo milenio, en 2007, la Academia Peruana de la Lengua y la Asociación Internacional de Peruanistas lo nominaron al Premio Nobel de Literatura (con información de Agencias).
