Roberto Flores, residente de la zona quechua del centro poblado de Uros Chulluni, en la provincia de Puno, ha alzado su voz para denunciar la creciente invasión y el tráfico de terrenos en su comunidad, un problema que ha estado presente desde el 2020.
A través de una emisora local, reveló la alarmante situación que enfrenta su comunidad, donde varios inescrupulosos estarían apropiándose ilegalmente de propiedades ajenas, generando un clima de incertidumbre y temor.
Según sus declaraciones, los invasores, que presuntamente provienen de la zona aimara, no solo han invadido los terrenos, sino que también están llevando a cabo la venta de estas propiedades sin el consentimiento de sus legítimos dueños. Este acto de usurpación ha sido corroborado por otros pobladores que, al igual que Flores, se sienten impotentes ante la falta de acciones efectivas por parte de las autoridades competentes.
Además, el comunero advirtió sobre la posible implicación de empresas inmobiliarias en estas transacciones ilegales, lo que complicaría aún más la situación al involucrar intereses económicos.
En ese marco, instó a la población a estar alerta y no dejarse engañar por estas maniobras fraudulentas, pues asegura que los responsables de estas invasiones ya han sido identificados y enfrentan denuncias en curso. Sin embargo, el miedo a represalias y la falta de respuesta de las autoridades han mantenido a muchos en silencio.
El descontento de los pobladores se intensifica, especialmente porque, según Flores, no se les permite participar en las elecciones del centro poblado, lo que limita su capacidad para influir en las decisiones que afectan su comunidad.