A través de la Resolución Ejecutiva Regional N° 489- 2024-GRA/GGR, emitida el 2 de octubre, se dio por concluida la designación de Paúl Hernán Quinde Alarcón como director del hospital Goyeneche, dejando atrás una gestión que estuvo marcada por serias deficiencias en los servicios del nosocomio arequipeño.
Entre las falencias que marcaron la gestión de Quinde Alarcón estaba el pésimo estado de los baños, puesto que a mediados de febrero estos no solo estaban sucios, sino que carecían de agua, seguro en las puertas, las largas colas para ingresar y para empeorar la situación, las llaves para la limpieza de los retretes no funcionaban.
Lamentablemente, esta no fue la única deficiencia en su gestión puesto que una de las más escandalosas fue el robo de una impresora del ecógrafo, sustraída el 1 de mayo y valorizada en alrededor de 4 mil soles, lo que evidenció la falta de seguridad en las instalaciones del hospital. Para reponerla se pretendió hacer una pollada.
A ello se suman las largas colas durante su gestión, obligando a las personas a dormir en la intemperie mientras esperaban alcanzar una cita.
Otra de las carencias durante su gestión son la falta de equipos en áreas de cirugía, neurología, gastroenterología, otorrinolaringología, urología del hospital, lo que obligó al personal médico a traer sus propios instrumentos como la fibra óptica para la correcta atención médica de los pacientes, así lo dio a conocer el presidente del cuerpo médico, Percy Manrique.
Además, la falta de un tomógrafo, la antigüedad de las máquinas de rayos x y finalmente la falta de mantenimiento de equipos médicos allanaron la salida de Quinde bajo una gestión que no cambió en nada la situación del hospital.
