La Contraloría General de la República detectó que la actual gestión municipal no solo ha abandonado el bypass de la salida a Cusco en la ciudad de Juliaca, sino que también está desviando recursos destinados a dicha obra, en lo que podría calificarse como un “saqueo”.
Esto implica que los recursos asignados para el proyecto están siendo utilizados para otros fines. Si bien se podría argumentar que el cemento tiene una vida útil limitada, la gran incógnita es con qué recursos se planea completar el proyecto.
El 15 de abril se retiraron 15 bolsas de cemento, que fueron destinadas a obras en el jirón Santiago Mamani. El 28 de mayo se extrajo más cemento para ser utilizado en los trabajos de los jirones de la urbanización 20 de enero.
Posteriormente, el 22 de agosto se sacaron 140 bolsas de cemento que fueron empleadas en el servicio de Seguridad Ciudadana. Además, se descubrió que un proveedor favorecido adelantó materiales, a pesar de que la obra permanece paralizada.